Por: Juan Carlos Naranjo.
La península de Ancón, en este municipio de Trinidad, al centro sur de Cuba, es un importante lugar de recreación y sitio clave para el turismo. Por ello asume un significativo proceso inversionista en el que la industria del ocio resulta insoslayable para el éxito de la Tarea Vida, plan del Estado cubano que apuesta por minimizar las vulnerabilidades del cambio climático en zonas costeras proclives a las inundaciones y otros daños.
De ahí que el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), se convierta en severo guardián de cuanto se planifica y ejecuta en el litoral sureño trinitario, toda vez que el uso, manejo y conservación de las playas arenosas es una de las aristas de la iniciativa.
Según la Máster en Ciencias Dalgis Dueñas Boggiano, especialista en el territorio del Citma, han tenido que hacerse reajustes incluso en proyectos que ya se habían hecho para la construcción de nuevos hoteles en algunas de las parcelas de la península de Ancón.
En tal sentido aseveró que las licencias ambientales se están revisando con severidad en lo que concierne a la mitigación de daños medioambientales, y se han denegado algunas solicitudes hechas al Citma para construcción de habitaciones en algunas zonas, como en la propia punta de la península.
Dueñas Boggiano dijo que el cambio de mentalidad de los decisores y el conocimiento pleno de las líneas que rigen la Tarea Vida, resultan claves para la concreción de la idea, cuya génesis está en el pensamiento del líder histórico de la Revolución cubana, Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
La especialista del Citma en Trinidad agregó que la Unidad Silvícola de la localidad también ocupa un lugar relevante en la Tarea, pues le toca la reforestación de las zonas costeras con la siembra de especies autóctonas resistentes en ecosistemas frágiles como la referida península de Ancón, sobreexplotada por la actividad turística.
Durante los años precedentes fue rehabilitada la primera línea de costa aledaña al hotel Ancón, dañada seriamente por la erosión; se produjo la demolición del antiguo Centro de Buceo y de jardines de la instalación turística que estaban ubicados en la duna, y posteriormente se procedió al relleno con arena, así como a la colocación de una pasarela de madera.
También bajo la asesoría del Citma, se procedió a la reforestación de algunas zonas de ese ecosistema, donde quedaron restablecidas 65 hectáreas, ubicadas en el área comprendida desde el hotel Costasur, en María Aguilar, hasta playa La Boca, en la desembocadura del río Guaurabo.
La capacitación de los miembros del Grupo Temporal que encausa la Tarea Vida en Trinidad, figura entre las estrategias del territorio que tiene como reto, además, incrementar la percepción de riesgo entre la población.
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