Ramal del ferrocarril Casilda-Trinidad-Méyer, un camino imprescindible

El ramal Casilda-Trinidad-Méyer constituye una vía de considerable importancia para varias comunidades del Escambray. Foto: Vicente Brito.

Por: Mary Luz Borrego Díaz

El ramal Casilda-Trinidad-Méyer constituye el único ferrocarril intramontano de servicios públicos en el país. Considerado por los expertos como una joya de la ingeniería para su tiempo, acorta la ruta entre comunidades olvidadas de la región y favorece el comercio. Además, ofrece la posibilidad de disfrutar un paisaje natural exclusivo por los miles de turistas que también llegan en tren hasta el Valle de los Ingenios, declarado por la UNESCO —junto a la villa de Trinidad—, como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Pero esta sui géneris obra ingeniera sufre con frecuencia los embates de los fenómenos climatológicos adversos ya sean ciclones, temporales o vaguadas, que dejan literalmente patas arribas tramos enteros de esta línea y obligan a complejos trabajos de reparación.

Por ejemplo, recientemente las lluvias de finales de mayo pasado, provocadas por la tormenta subtropical Alberto, dejaron en el esqueleto las paralelas y en otros tramos socavaron las alcantarillas e inutilizaron la línea que atraviesa buena parte de la serranía del macizo Guamuhaya.

Desde mucho antes, hace ya 30 años en junio de 1988, este camino de hierro había quedado dividido en dos durante otro diluvio que derribó el imponente puente sobre el río Agabama y limitó la utilidad de esa vía, cuyo primer tramo nació en 1856 para enlazar el puerto de Casilda con la localidad de Placetas.

Aún después de ese inconveniente primero, este ramal ofrece importantes servicios a varias comunidades del macizo montañoso del Escambray: Manaca Iznaga, Guachinango, Los Coquitos, Condado, Algaba, Mayaguara, Corina, Sierra Alta y Sopimpa, entre muchas otras.

La Unión de Ferrocarriles en Sancti Spíritus aseguró recientemente a la prensa local que en el segmento Trinidad-Méyer, históricamente más afectado por las crecidas del río Agabama y otros afluentes, laboraron brigadas de reparadores de la zona  y otras fuerzas auxiliares de Placetas, quienes de conjunto asumieron la colocación de medio centenar de tubos en alcantarillas averiadas y otras acciones para recuperar esta obra.

Especialistas de la Empresa Nacional de Ingeniería y Arquitectura de la provincia tienen a su cargo la realización de un proyecto con vistas a eliminar de manera definitiva los deslaves provocados por el río a la vía férrea en la zona más crítica, entre Condado y Méyer, para así minimizar los sistemáticos gastos a que obligan las afectaciones allí.

Por el lamentable estado de deterioro en que quedó el camino de montaña hasta Méyer, la reutilización del ramal resulta todavía más estratégica  para los habitantes de esta región, quienes incluso han  precisado trasladar por esta las mercancías que precisan para la supervivencia.

(Tomado de Radio Sancti Spíritus)