Gallos de pelea

Deyvi Pérez Aquino, primera secretaria del Partido y Teresita Romero, Presidenta de la Asamblea Provincial del Poder Popular le dieron la bienvenida a los campeones del béisbol sub 23. Fotos: Vicente Brito (periódico Escambray)

Por: Joaquín Gómez Serra

La madrugada se hizo luz en el parque Serafín Sánchez Valdivia de Sancti Spíritus. Miles de jóvenes, adultos, hombres y mujeres entrados en canas esperaron a sus campeones, Los Gallitos del béisbol sub 23, después de 40 años sin ganar un título, irrumpieron con su Copa “blandida” por el campeón  olímpico, Eriel Sánchez.

Gallitos del manager olímpico Eriel Sánchez: campeones del béisbol sub 23

En el parque Serafín Sánchez el pueblo espirituano vitoreó a los gallitos de Eriel

Miles de personas vitorearon a sus campeones, y se hizo sentir en el parque de todos los espirituanos la canción Yayabo está en la calle… y de verdad que el corazón de la ciudad tembló bajo el contagioso ritmo, mientras Los Gallitos descendían del “corcel” de hierro que los paseó por las calles de su pueblo.

Después de cerca de tres horas de espera, donde nadie se marchó, sino que por minutos se sumaba más pueblo, llegó el éxtasis, comandada por una caravana de carros, la comisión de embullo que respaldó el convincente triunfo en Cienfuegos, y que primero, fue abrazada en Trinidad por sus habitantes, sabedores de que una buena parte de sus peloteros campeones pertenecen a la Villa Patrimonio de la Humanidad.

El sueño ansiado se hizo realidad. El parque Serafín vistió sus mejores galas con una sinfonía de luces de los celulares que iluminaron la noche, para llevar a todos los confines del mundo la proeza de que la pelota de Sancti Spíritus era la dueña y señora del campeonato de la categoría sub 23.

En camiones Kamaz llegaron los Gallitos y sus seguidores al corazón de la ciudad

El relevo de Eriel, detrás del plato, ese otro “cañón”, que se llama Loidel Rodríguez, como capitán del equipo, agradeció el inmenso cariño de un mar de agradecidos: “no se puede describir la alegría que se siente por ser campeones, dedicamos esta victoria a este pueblo que nos ha seguido”.

Y llegó el momento del feliz manager. Eriel abrazando la Copa, como su mayor trofeo, llamó al pueblo a corear a todo pulmón la palabra Gallos, y el Yayabo, como tocando las puertas de cada uno de sus habitantes la vitoreó, y a esa hora de la madrugada, 12.35, las cimientes de la Villa, temblaron de alegría, y de las gargantas salió como un grito de guerra.

Y el feliz manager habló con esa grandilocuencia de siempre: “quiero dar las gracias por esta bienvenida, tres o cuatro horas no es nada para 40 años esperando por un resultado como este, quiero agradecer a todo el que ha tenido que ver con este triunfo, principalmente al pelotero principal del equipo, que es el equipo completo y también a las máximas autoridades del Partido y el Gobierno de la provincia que no me dejaron descansar porque este trofeo tenía que venir para aquí”.

Y le tocó el bate, a ese cuadro, que a pesar de sus funciones como miembro del Buró  Provincial del Partido, hace de su pasión el béisbol, una de sus razones de ser en la vida. Me refiero a Osbel Lorenzo Rodríguez, un aficionado seguidor en las buenas y en las malas de la pelota yayabera, que sintetizó el sentir de una provincia, que desde los más recónditos lugares de sus ocho municipios saltó de alegría, este 14 de junio, día histórico para la pelota de Sancti Spíritus.

El triunfo y la alegría de los Gallitos hace soñar en grande a la pelota espirituana

“En un momento como este no hay que decir mucho, la sola presencia del pueblo espirituano muestra del reconocimiento que se le tiene al equipo de los Gallos, es una victoria que hacía rato estábamos esperando y como decía Eriel, ha sido la conjugación del esfuerzo de todos, el equipo ha sido el gran campeón”.

Y llegó el cierre de la fiesta, tras el llamado del locutor, la conga del Yayabo se botó para la calle. Y en una madrugada, donde todos obviamos el cansancio, se coreó a todo pulmón: Gallos de pelea.

Foto: Yayabo deportivo