Por: Joaquín Gómez Serra
Los éxitos conquistados por el deporte de Trinidad y Sancti Spíritus nunca lo podrán echar por tierra las “locas” medidas de recrudecimiento del bloqueo impuestas por Donald Trump, por eso han tomado medidas colaterales en aras de paliar la escasez de energéticos que atraviesa el país, sin parar ni un sólo minuto el deporte como derecho de todo el pueblo.
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Bajo esa máxima trabaja el INDER en Trinidad desde el pasado 11 de septiembre, en dos semanas donde el músculo sureño no ha dejado de llevar, con sus entrenadores y profesores de educación y cultura física, salud a los gimnasios biosaludables y a los círculos de abuelos de la tercera edad.
Dada la difícil situación energética que vive nuestro país, el deporte en la Villa Patrimonio de la Humanidad extrema las medidas de ahorro, y busca variantes para que ninguna actividad del músculo se paralice, y que en cada escuela y en el estadio Rolando Rodríguez, principal enclave del músculo sureño, se cumpla la relación entrenamiento-trabajo-descanso modificando los horarios de entrenamiento.
El organismo deportivo que dirige Miguel Ortega Naranjo continúa cumpliendo con el chequeo del consumo y ahorro de electricidad, como parte de las medidas emergentes trazadas por el organismo, en conjunto con el Gobierno y el Partido entre las que se destacan los autoapagones en los horarios pico, así como la chapea manual de las instalaciones deportivas.
En este momento coyuntural de déficit de energéticos por los que atraviesa el país, el deporte y la recreación tienen que seguir la marcha, y para ello, las actividades nocturnas del deporte se trasladaron hacia horario diurno, mientras los cuadros, entrenadores y profesores que no radican en la Villa fueron reubicados en los asentamientos poblacionales donde residen en aras de realizar su trabajo y llevar la actividad física a la población trinitaria.