Por: José Rafael Gómez Reguera
Desde mañana martes, la ciudad de Trinidad, Patrimonio Cultural de la Humanidad junto a su Valle de los Ingenios, acogerá una gran fiesta de colores, sabores y olores, gracias al evento Trinidad Gourmet 2019, un segundo e importante paso en la obtención del título de Ciudad Gastronómica.
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Luego de un arduo trabajo preparatorio que ha involucrado a no pocas empresas y organismos, la Tercera Villa de Cuba se apresta para recibir a numerosos invitados foráneos y especialistas locales, profesionales del quehacer gastronómico, grandes conocedores de la cocina, la coctelería y todo lo que pueda moverse alrededor del mundo de la gastronomía.
Es la segunda vez que Trinidad acoge a un evento de esta naturaleza, en pos de un preciado título del cual se espera mucho, teniendo en cuenta no solo las condiciones creadas y los saberes acumulados y compartidos, sino también el presente y el futuro de la industria del ocio, de probada dependencia de platos típicos y de la cocina internacional, así como de la coctelería, ingredientes imprescindibles para acrecentar la presencia de turistas, tanto e instalaciones estatales como en el sector no estatal.
Es por ello que se tienen en cuenta los puntos que fija la UNESCO en este ámbito, a fin de poner en el centro tanto la innovación como la creatividad, por un desarrollo sostenible.
Definitorios son, en consecuencia, la utilización de recursos locales, y el rescate y revitalización de platos típicos de la zona, que hayan sobrevivido a los tiempos y cuyos ingredientes y formas de hacer se hayan transmitido de generación en generación, imponiéndose lo tradicional sobre el avance industrial y tecnológico.
Obviamente, sin un buen desarrollo en esa base, y una adecuada comercialización, promoción de por medio, no todo podrá conseguirse. De ahí que la presencia de figuras provenientes de otras artes del mundo puede ser tan definitoria como la propia preparación del personal gastronómico del territorio, formado o no en el sistema de turismo del país. La existencia en Trinidad de la Escuela de Hotelería y Turismo ha sido clave en ello.
Trinidad es una ciudad bella. El territorio está considerado el más completo destino turístico de Cuba, por contar, en pocos kilómetros, con su riqueza arquitectónica y cultural citadina, la hermosura tanto del Valle de los Ingenios como de la montañosa Topes de Collantes, ambos importantes para el ecoturismo; sus áreas de caza y observación de aves, las playas y posibilidades tanto de la Marina Marlin Trinidad y sus atraques como de sus zonas de baño, submarinismo… El entorno puede satisfacer necesidades diversas del mercado, pero se impone trabajar mucho más en lo relativo a la restauración..
Aunque estos eventos sientan las bases, a partir de ellos debe trabajarse mucho más tanto en una alimentación sana de la población, y en especial de los niños y estudiantes, como del cuidado del entorno, propiciando certámenes encaminados a favorecer la biodiversidad en las escuelas de cocina y en los trinitarios, en general, sin que ello signifique dejar a un lado lo más relevante de la cocina y la coctelería mundial, a fin de satisfacer gustos y preferencias de los clientes.
Todo apunta hacia una excelente motivación del personal experimentado y de los más jóvenes, quienes ya tuvieron el pasado año un primer acercamiento tanto a lo abordado en talleres y conferencias como en las cenas multitudinarias, donde la empleomanía ha probado su nivel profesional.
La Ciudad Museo del Caribe, espera mucho de este Segundo Seminario Trinidad Gourmet 2019. Restaurantes, cafeterías, hoteles y hostales están a la expectativa, pero confiados de que la ganancia será significativa, y habrá mucho para seguir enamorando, desde la cocina y las combinaciones de bebidas, a la familia, que es la base para, a su vez, conseguir que los clientes sientan la necesidad de volver Trinidad una y otra vez. Ellos serán los mejores promotores de la gastronomía que se hace en la Villa del Táyaba (*).
EN CONTEXTO
Ciudad de Panamá fue la primera ciudad en Centroamérica con la distinción de Ciudad Creativa Gastronómica de la UNESCO nombrada ciudad gastronómica, una selecta lista de 64 ciudades de 44 países. Lima, por su parte, desde la nación incaica, presume de ser la mejor ciudad gastronómica del mundo, en franca competencia con Francia y China. Y aunque una lista dada a conocer en fecha reciente promovía tal información y dejaba a un lado a Italia y a España, resulta indiscutible el aporte de ambas naciones en lo que a restauración se refiere.
George Escoffier, considerado el padre de la comida moderna y el chef que escribió las reglas de la cocina francesa contemporánea, decidió hacer una lista de las mejores cocinas mundiales. Lima ocupaba entonces el tercer escaño. Se arguye que es matemática simple, si usamos los 50 Mejores Restaurantes del Mundo como guía, ninguna ciudad en la lista tiene más de tres restaurantes entre los 50 primeros. Solo Nueva York, Londres, Ciudad de México y Lima comparten este privilegio.
Las ciudades pueden presentarse a una de las siete categorías: literatura, cine, diseño, arte digital, gastronomía, música y artesanía y para formar parte de la red ha de haber una apuesta real hacia la temática “elegida”, con una participación intersectorial que asegure la sostenibilidad del proyecto y contar con las infraestructuras necesarias para facilitar el acceso y participación de los ciudadanos.
En consecuencia, el tema gastronómico es uno de los posibles, pero uno muy importante. Y aquí se inserta la aspiración de Trinidad, que comenzó a hacerse realidad con un sonado evento el pasado año, de trascendencia internacional, y que en breve debe darnos no pocas satisfacciones, entre el 22 y el 27 de este mes de octubre.
El río Táyaba es confluente, junto con el Caballero, del río Guaurabo.