Comienza a materializarse la recuperación del Valle de los Ingenios de Trinidad

Hacienda Guachinango, en el Valle de los Ingenios, recuperada y en pleno servicio en función del ecoturismo. Foto: Alipio Martínez Romero.

Por: José Rafael Gómez Reguera

La plena inserción de la hacienda Guachinango en los planes del turismo de naturaleza y más recientemente en las actividades programadas dentro del Segundo Seminario Trinidad Gourmet 2019, además del quehacer en otros sitios de alto valor patrimonial de esa área, son pruebas inequívocas de cómo el famoso Valle de los Ingenios de la Tercera Villa de Cuba se recupera, y la labor de rescate comienza a fructificar.

OTRAS NOTICIAS DE TRINIDAD

Trinidad de Cuba: Corales a salvo, playas en jaque
Finalizó su visita a Trinidad Brigada italiana de Solidaridad con Cuba Gino Doné
Trinidad Gourmet 2019, fiesta de la gastronomía, ganancia de todos
En el pueblo de Trinidad, Camilo Cienfuegos siempre en la memoria
Efectuado en Trinidad Ejercicio Estratégico Nacional contra las drogas

Inigualable la belleza del Valle de los Ingenios y sus haciendas de la etapa colonial. En la foto: Manaca-Iznaga. Archivo Radio Trinidad

Si bien antes ya estaba en explotación la casona de Manaca-Iznaga, con restaurante, cafetería y puntos de venta, además del acceso de visitantes nacionales y foráneos a la torre-mirador del lugar, en tanto se ofrecían otras opciones a la salida de Trinidad para admirar la hermosura del paisaje rural, Guachinango constituye la arrancada en grande para tales empeños.

Valle de los Ingenios en Trinidad de Cuba, Patrimonio Cultural de la Humanidad. Al fondo, la torre-mirador de Manaca-Iznaga. Foto: Luis Orlando León Carpio.

Importante fue la concepción  de sesiones teóricas en la referida hacienda, incluida una fiesta campesina, y todo lo que se relaciona con la degustación de bebidas y platos típicos, elaborados en el lugar, tras un trayecto vivificante en el tren turístico que sale desde Trinidad y llega hasta diferentes parajes del Valle, donde los inmensos campos cañeros sentaron las bases para el funcionamiento de numerosos trapiches e ingenios.

La hacienda Guachinango luce sus mejores galas tras una intervención capital. Foto: Alipio Martínez Romero.

Se cuenta que fue el tabaco el cultivo inicial de esas tierras feraces. Luego se incorporarían la ganadería, y finalmente la caña de azúcar comenzó a reinar, cultivo que también debe potenciarse mucho más, junto a otras tareas de reforestación, a fin de eliminar plantas parásitas y fomentar la producción de alimentos.

Manaca-Iznaga y ahora Guachinango son las iniciadoras. A ellas les seguirán muy pronto otros enclaves, para fortalecer ese vínculo cultura-turismo tan necesario para el espíritu y la economía cubana.

Hacienda Guachinango. Foto: José A. Durán Folgueira