Suman ya nueve los muertos por represión en ciudad boliviana de El Alto

Represión militar en Bolivia. Foto tomada de PL.

La Defensora del Pueblo de Bolivia, Nidia Cruz, informó hoy que suman nueve los muertos por la represión militar y policial desatada ayer en la vecina ciudad de El Alto y dijo que tiene denuncias de más víctimas y desaparecidos.

Cruz hizo la denuncia cuando, a pocos metros, un multitudinario cabildo (asamblea vecinal) rendía pacífico tributo a las víctimas y acordaba mantener las protestas en las calles hasta el cese del gobierno de la autoproclamada presidenta Jeanine Áñez.

La defensora dialogó con la prensa en una capilla en la que se velan los restos de nueve de los caídos y dijo tener referencias de más víctimas y desaparecidos y llamó a las familias a dar información para las indagaciones pertinentes.

Por su parte, el Instituto de Investigaciones Forenses, del Ministerio Público, difundió una lista de ocho muertos en la operación en la que fuerzas militares y policiales tomaron a sangre y fuego la planta de combustibles de Senkata, cercada por pobladores.

Esa cartera abrió una investigación sobre las muertes con el fin de identificar a los autores, pero al mismo tiempo inició un proceso por ‘terrorismo’ a seis civiles que, según la versión oficial, echaron abajo una pared y destruyeron vehículos de la planta con explosivos.

Por su parte, la Conferencia Episcopal Boliviana llamó a las fuerzas armadas y policiales a abstenerse del uso desmedido de la fuerza y resguardar la integridad física de los bolivianos y a los manifestantes a actuar pacíficamente.

De otro lado, el presidente de la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, José Luis Rivero, informó que una explosión del gasoducto Carrasco-Cochabamba interrumpió el suministro de gas natural a las ciudades de La Paz, Cochabamba y Oruro, lo cual redujo la producción y las reservas del energético.

En ese contexto, la mayoría parlamentaria conformada por el Movimiento al Socialismo (MAS), del exiliado presidente Evo Morales, y la minoría derechista del poder legislativo, concertaron proyectos de convocatoria de nuevos comicios electorales y renovación de los tribunales electorales.

El MAS desmintió así en los hechos las acusaciones gubernamentales y de políticos derechistas que le imputaban afanes de obstaculizar los nuevos comicios, a un mes de los que las fuerzas contrarias a Morales se negaron a reconocer con movilizaciones violentas que, junto a la actitud de las Fuerzas Armadas y la Policía contra el gobernante, determinaron su renuncia. (Agencia Prensa Latina)