Satisfecha de compartir parte de su vida con quien lo necesite, está Briseida Torres Medinilla, una mujer de las serranías trinitarias que con bondad y gentileza desde varios años extiende su mano en gesto bondadoso de ofrecer.
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Ella y su esposo, junto a otros vecinos de la comunidad montañosa El Algarrobo, responden sistemáticamente a la convocatoria del movimiento voluntario del donante de sangre promovido por el Ministerio de Salud Pública en Cuba y los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) en el país.
Al Consultorio del Médico y la Enfermera de la Familia número diez, dependencia del Policlínico comunitario del poblado de Condado, en el Plan Turquino de Trinidad, unos veinte habitantes de la referida zona donde pervive la huella de le comandante Ernesto Che Guevara, concurrieron a donara sangre.
La joven doctora del centro asistencial del Algarrobo, Nayira Rodríguez Cañizares, destacó el altruismo de los lugareños, tanto mujeres y hombres, quienes contribuyen a salvar vidas humanas.
De acuerdo con la galena Rodríguez Cañizares, cientos de cubanos, entre ellos los trinitarios posibilitan así que los pacientes con patologías potencialmente mortales mejoren su calidad de vida.
Ese acto solidario, desinteresado y de alta conciencia ciudadana, facilita la atención segura y asequible de numerosos enfermos a diversas especialidades de la salud pública cubana y la realización vital de intervenciones médicas y quirúrgicas verdaderamente complejas.