Aporte de campesino trinitario a instituciones de la salud realza solidaridad del pueblo ante la COVID-19

El productor Mario Miguel Abdu-channi Alomá donó una tonelada de alimentos a centros de la salud en Trinidad. Foto: Ana Martha Panadés.

Por: Ana Martha Panadés Rodríguez

En su finca cafetalera, en Topes de Collantes, Mario Miguel Abdud-channi Alomá conoce del nuevo coronavirus solo por las noticias de la radio y la televisión; y aunque se siente a buen recaudo en estos parajes montañosos del municipio espirituano de Trinidad no vaciló en ser parte del gesto solidario de los campesinos cubanos que aportan alimentos a instituciones de la salud. CUBA ANTE LA COVID-19 (I) (II) (III)

Con su preciada carga, porque las coles, plátanos y condimentos los cultiva con el empleo de técnicas agroecológicas y son entonces saludables y exquisitos,  llegó hasta el Hospital General de Trinidad doctor Tomás Carrera Galiano, el centro de aislamiento para los contactos de pacientes sospechosos de padecer la COVID-19 en el sureño territorio y el Hogar Materno de Trinidad a fin de reforzar la alimentación de quienes deben permanecer en esas instituciones.

Todos los productos donados son frescos y naturales. Foto: Ana Martha Panadés.

El sirio, como le conocen amigos y demás productores de la Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS) Lucas Castellano, prefiere contar a esta reportera de su trabajo como caficultor, de los resultados de la cosecha pasada, del excelente grano que recoge y se destina a la exportación, de la inquietud por la sequía que castiga sus plantaciones, pero insisto en el valor de su aporte que simboliza la grandeza de los hombres y mujeres del campo.

“Tomé esta decisión porque estamos en el momento de apoyar al gobierno, al pueblo, y digo que todo el que lo pueda hacer que lo haga, que entre todos tocamos a menos; con el apoyo de todos los campesinos podemos salir adelante y le garantizamos una mejor alimentación a los enfermos, así ayudamos a la Revolución y a nosotros mismos.”

Todos agradecen la entrega, quienes se encargan de elaborar los alimentos en estos centros asistenciales, los directivos y profesionales a cargo de la atención médica y sobre todo los enfermos que se recuperan en el hospital trinitario, las personas aisladas para cortar un posible contagio, las embarazadas que esperan un regalo de vida en medio de la pandemia.

El colectivo del Hospital de Trinidad agradece el aporte de estos productos. Foto: Ana Martha Panadés.

Jorge Curbelo, administrador del Hospital General de Trinidad recibe con agrado el aporte que ronda la tonelada de alimentos: “son productos frescos, naturales, que permiten reforzar la comida en nuestra institución, a los enfermos, a las embarazadas, a los niños del servicio de pediatría; con esta ayuda y el esmero de nuestros cocineros se ha logrado mejorar la calidad y variedad del menú al punto de que en estos momentos no existen quejas en ese sentido cuando se evalúan las encuestas aplicadas a los pacientes.”

Fructífera jornada para este hombre más diestro en el surco que con el verbo; de camino a su finca seguramente prepara otro viaje a la ciudad con parte de la cosecha que destina al sustento de la familia porque Cuba necesita y agradece gestos como el del campesino Mario Miguel Abdud-channi Alomá.