Roberto Rafael López Bastida (Macholo), presente siempre en su querida Trinidad

Foto: Ecured

Por: José Rafael Gómez Reguera

Del querido Roberto Rafael López Bastida, Macholo para casi todos, tengo muy gratos recuerdos. Apenas arrancaba al Estudio No. 1 de Radio Sancti Spíritus en Trinidad, antecesor de la actual emisora Radio Trinidad, y ahí estaba su mano segura, en todo lo que pudiera aportar. Cualquier cosa que pudiera hacer para su querida ciudad le parecía poco. Contribuir con aquel incipiente medio de comunicación que daría nuevas oportunidades era importante.

Constante en los sistemáticos recorridos para mejorar la imagen citadina y de todas las áreas de acceso a la Ciudad Museo del Caribe, Macholo dedicaba tiempo a los detalles, aunque su labor al frente de la Oficina del Conservador de la ciudad de Trinidad y su Valle de los ingenios era lo esencial. Pero no tras un buró, sino recorriendo calles, plazas, parques, y cuanto sitio pudiera recibir el influjo bienhechor de la institución y los especialistas que nucleaba en derredor. El intercambio con el pueblo era su fuente de inspiración.

Del Valle de los Ingenios percibió la necesidad de su rescate, con sus numerosas casas-haciendas y sus áreas arqueológicas; de la ciudad, las 24 horas de un día le parecían poco tiempo para tareas impostergables dada la fragilidad de muchas edificaciones, y la necesidad de rescatar, igualmente, el patrimonio intangible.

Su formación profesional le permitía aquilatar la envergadura de su tarea, por encima de su resquebrajada salud física, esa que terminaría con su vida el 11 de junio de 2003, con sólo 45 años de edad, casi al cumplir 46.

Foto: Ecured

Había nacido el 29 de abril de 1958, en medio de una conocida familia trinitaria, en la calle Gutiérrez,  que enrumbó sus pasos por el amor al prójimo y a una ciudad de ensueños, a la que aportó sus conocimientos en pos de la tan anhelada condición de Patrimonio Cultural de la Humanidad, finalmente conseguida en diciembre de 1988

Durante 17 años, desde su fundación, estuvo vinculado a la Oficina del Conservador de Trinidad y el Valle de los Ingenios, primero como Especialista y Proyectista Principal de los equipos de Restauración y desde 1997 como Director y Conservador Principal, tarea a la que dedicó sus últimos años de vida.

Macholo, inspirador él mismo de los actuales técnicos, obreros y especialistas de la Oficina del Conservador, sigue entre nosotros.