Trinidad: un Primero de Mayo diferente, desde casa, por Cuba

Por: José Rafael Gómez Reguera

Transcurre la madrugada y siento la tranquilidad de las calles de mi amada Trinidad. Sé que no sonarán los cláxones de los automóviles anunciando que llega la hora de desfilar; tampoco estarán activos los habituales puntos de concentración para desfilar por las principales calles de la Villa rumbo a la Plaza Primero de Mayo. La celebración por este Día Internacional de los Trabajadores no será como hasta ahora hemos conocido. Pero de igual manera, aquí estamos y estaremos, por Cuba, por la Revolución. El optimismo y la alegría se hacen sentir, porque en esta batalla contra la COVID-19, viviremos y venceremos. CUBA ANTE LA COVID-19 (I) (II) (III) (IV)

La irrupción en la Isla del nuevo coronavirus ha impuesto serias medidas restrictivas. Solo así, limitando al máximo la movilidad de las personas, exigiendo distanciamiento, prudencia y disciplina, puede contenerse la pandemia y salvar vidas. Quedarse en casa no es una opción, es una obligación.

Así y todo, la Trinidad de siempre, revolucionaria, combativa, esa ciudad que ofrendó no pocas vidas en pos del triunfo revolucionario de enero de 1959, y que luego ha dado tantas muestras de combatividad y arrojo, sigue en pie, porque hay que celebrar la fecha del proletariado mundial, aunque sea puertas adentro, desde las puertas y las ventanas.

Una fecha como esta nunca ha pasado por alto, ni siquiera cuando torrenciales aguaceros han conspirado contra una jornada tradicionalmente festiva, alegre, colorida, que congrega multitudes a todo lo largo y ancho de la calle José Martí, rumbo a la plaza, así como en las zonas aledañas de las calles Camilo Cienfuegos, Jesús Betancourt y muchas otras.

Hoy es diferente, pero en nuestros corazones, la celebración sigue adelante, y desde las ocho de la mañana, con toda seguridad, la algarabía se hará sentir, los himnos patrióticos volverán a resonar en el ámbito citadino y hasta en las más intrincadas zonas rurales del Plan Turquino. Es Primero de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores. Lo celebramos en nuestros hogares.

Junto a los que peinan canas y tienen un largo historial de trabajo, estarán los pinos nuevos, esos que apenas comienzan a empinarse en responsabilidades y puestos laborales como continuidad de una obra comenzada incluso antes de la manigua redentora, por una Patria libre y soberana, y que llega al siglo XXI inspirada en Céspedes, Martí y Fidel, haciendo de la consigna de que Patria es Humanidad una realidad fuera de nuestras fronteras, solidarios, como siempre.

Felicidades, compatriotas, en este Día Internacional de los Trabajadores. Ya vendrán otras fiestas obreras en las que podamos juntarnos, desfilar, abrazarnos, besarnos, reír y cantar,  en esta patria nuestra que hoy inspira a muchos en el mundo. ¡Viva el Primero de Mayo!