Libros, amigos seguros en el aislamiento

Leer siempre es apasionante, para aprender y recrearse. Foto: José Rafael Gómez Reguera.

Por: José Rafael Gómez Reguera

En tiempos del nuevo coronavirus causante de la COVID-19, la lectura es una de las mejores aliadas. Nos transporta a otros parajes, y a la vez que aporta cierto grado de felicidad, instruye. Pocas cosas pueden igualársele porque da mucho a cambio de poco. Por eso es tan relevante la fecha que hoy celebramos: el aniversario 55 de la librería Ángel Guerra Oramas de Trinidad. Junto con la Biblioteca Municipal Gustavo Izquierdo Tardío, ella es un fuerte puntal de nuestra cultura. CUBA ANTE LA COVID-19 (I) (II) (III) (IV) (V)

Leer siempre es y será apasionante. Los libros encierran ese conocimiento que nos viene de antaño, de cuando sólo eran manuscritos necesitados de manipularse con sumo cuidado. La modernidad impone, incluso, las lecturas vía internet, los libros electrónicos o e-books. Pero esa sensación de poder hojear un libro, página a página, es especial, única.

Tanto la biblioteca como la librería conforman un entramado que, a causa del nuevo coronavirus que azota al mundo, están en pausa. Duele ver sus puertas cerradas, con tanto que pudieran aportar. Pero ya retomarán su habitual ir y venir de lectores, en pos de textos de las más variadas temáticas, en correspondencia con los intereses de cada cual.

Son los niños, eso sí, quienes más demandan de la lectura, de tener en sus manos ese poder mágico que es un libro. Primero serán sus abuelos, padres, o cualquier familiar cercano, quienes les leerán esas historias que nunca envejecen. Luego serán ellos mismos los que, una vez enamorados de la lectura, harán de ella parte inseparable de sus vidas, mucho más allá de los estudios de cada etapa.

Entonces, tras esta etapa, volvamos a estos sitios y reverenciemos el poder de las letras para acrecentar la cultura.