ANIR en Trinidad: José Guerra Bochs, soluciones en tiempos de COVID-19

José Guerra Bochs, incansable innovador trinitario. Foto: Belkis Niebla López.

Por: Belkis Niebla López

José Guerra Bochs es un incansable innovador trinitario que lleva más de 40 años poniendo su ingenio creador en función de que muchos equipos obsoletos hayan recobrado su vida útil y continúen aportando a la producción en la Empresa Papelera Pulpa Cuba. CUBA ANTE LA COVID-19 (I) (II) (III) (IV) (V)

Este anirista de una de las fábricas más antigua de la villa es reconocido por el colectivo de trabajadores y por el Buró Municipal de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores, él fue quien representó a los innovadores de Trinidad en la Expo ANIR Nacional dedicada a los 40 años de la Asociación y también asistió a la Primera Conferencia Nacional de la ANIR.

Para José Guerra Bochs constituye una satisfacción ver el fruto de su ingenio traducido en producción y resultados para la fábrica, y afirma que se siente orgulloso por formar parte de un colectivo donde todos diariamente buscan y encuentran soluciones a los principales problemas del centro.

En la actualidad debido a la COVID-19 la fábrica no está produciendo, y una vez terminada la reparación de la industria, Guerra Bochs junto a otros innovadores, no detienen su ingenio creador, mucho menos cuando también el imperio recrudece su bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba.

En la Papelera Pulpa Cuba de Trinidad José Guerra Bochs trabaja intensamente, recuperando piezas para mantener la vitalidad de numerosos equipos. Foto: Belkis Niebla López.

Ahora este innovador de la Papelera Pulpa Cuba está enfrascado en tareas no habituales y continúa aportando soluciones, esta vez para otras entidades que precisan de resolver problemáticas, trabajos que verdaderamente constituyen una innovación, pues se enfrenta a situaciones totalmente diferentes porque no tienen nada que ver con lo que hace diariamente en la fábrica.

Por ejemplo Guerra Bochs dio solución a un problema de los trenes delanteros de los tractores chinos, necesarios en la labor de Emprestur. También llevó a cabo la restauración de un molino de la Arenera de Algaba con la cual pudo continuar su funcionamiento y no esperar 6 meses a que llegara la pieza.