Por: José Rafael Gómez Reguera
Hace 19 años, falleció en París el afamado fotógrafo Alberto Díaz Gutiérrez, más conocido por su nombre artístico Alberto Korda. Para los cubanos, es un nombre entrañable porque a su maestría se debe la más famosa foto que se conozca del comandante Ernesto Che Guevara, titulado El Guerrillero Heroico, que según los conocedores, ha devenido la imagen más reproducida en la historia de la fotografía mundial, y una de las cien fotos más difundidas en el siglo XX.
Alberto Korda fue un modesto fotógrafo empeñado en captar la belleza de las cubanas que aprendió por sí mismo el oficio hasta curtirse en la pequeña oficina del edificio La Metropolitana de La Habana Vieja donde estuvieron los primeros Estudios Korda. Después en 1956 se mudaron al Vedado frente al Hotel Capri.
Desde 1959 trabajó como fotógrafo del Periódico Revolución y como fotógrafo personal del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, hasta 1969. Fue miembro fundador de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).
Fue fotógrafo acompañante de Fidel en sus viajes a Venezuela, Estados Unidos, Canadá, URSS y China. Para 1960 también fue fotógrafo acompañante del Presidente Osvaldo Dorticós en su recorrido por países de América Latina, Argentina, Brasil, Uruguay, Venezuela y México.
Pionero de la fotografía submarina en Cuba, trabajó en el Departamento de Fotografía de Investigaciones Submarinas de la Academia de Ciencias de Cuba realizando el Atlas de corales cubanos.
En 1960 fue cuando realizó la famosa fotografía El Guerrillero Heroico, a consideración de grandes críticos es uno de los diez mejores retratos fotográficos de todos los tiempos y constituye la más reproducida de la historia de la fotografía en todo el mundo.
Incluso, un sitio web ubica este retrato del Che entre las veinte fotos más famosas del orbe, donde no faltan, por supuesto, otras imágenes impactantes, capaces de desequilibrar a cualquiera ante el desastre y el horror.
Otras constituyen verdaderos momentos de recordación de la Historia, como la titulada Bandera Sovietica en el Reichstag, 1945, fotografía de Yevgeny Khaldei; Omaha Beach, Normandía, Francia, 1944, fotografía de Robert Capa y la titulada La primera fotografía de la historia, 1826, de Nicéphore Niépce.
El 5 de marzo de 1960 el Che participaba en el funeral de las víctimas de la explosión del vapor La Coubre, un barco llegado desde Bélgica a La Habana con armas y municiones para el nuevo Gobierno revolucionario liderado por Fidel Castro, que consideró el suceso un sabotaje.
Korda captó ahí la imagen del guerrillero -cuyo hieratismo atribuyó a la ira contenida por las pérdidas humanas y materiales- para publicarla en diario Revolución, aunque sus editores la desecharon en la tirada del día siguiente.
La foto, titulada El Guerrillero Heroico, permaneció colgada en la pared de Korda. De hecho no fue hasta 1967, tras la muerte del Guerrillero Heroico en Bolivia que el editor italiano Giangiacomo Feltrinelli adquirió los derechos para publicar «El Diario del Che en Bolivia» y utilizó la imagen en un cartel que vendió dos millones de copias en seis meses.
Lo demás es historia sabida: la imagen del Che se reproduce continuamente en pullovers, banderas, afiches, carteles, tarjetas postales, revistas y periódicos.