Por: Juan Carlos Naranjo
El Archivo Histórico Municipal Joaquín Llaverías Martínez de Trinidad arriba este 26 de mayo a su aniversario 45 cerrado al público; sin embargo, sus portones abiertos despiertan la curiosidad, acciones de conservación mediante. CUBA ANTE LA COVID-19 (I) (II) (III) (IV) (V)
Y es que los trabajadores que permanecen en el centro abren todos los días las puertas y ventanas para que el inmueble reciba una aireación, porque debido a las lluvias crece la mucha humedad relativa y si las naves permanecen cerradas, proliferan las bacterias, y los hongos que pondrían en peligro el patrimonio bibliográfico.
Alberto Entenza Novoa, director de la institución, habló del cumplimiento de las medidas higiénico-sanitarias por los archivistas, toda vez que manosean pliegos de papel muy antiguos que contienen celulosa, cuya reacción con las altas temperaturas y la humedad pueden generar daños a la salud.
Insistió en el uso de zapatos cerrados, pantalones, batas, guantes, gorro y nasobuco sobre todo por parte de los profesionales que laboran directamente con las colecciones.
Las exigencias van también con jóvenes que se forman como especialistas en Restauración del Papel, primer curso que sobre esa temática se imparte en el territorio a fin de garantizar los futuros especialistas.
El Archivo Histórico Municipal los necesita por el rico patrimonio documental que atesora, cuyos fondos testifican el quehacer político, económico y social del territorio, desde 1724.
El trabajo a distancia es otra alternativa que se aplica en el centro adjunto al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), inaugurado el 26 de mayo de 1975 en el marco de la segunda Semana de la Cultura de la villa.