Por: Ana Martha Panadés Rodríguez
La tranquilidad que habitualmente reina en comunidad Alberto Delgado del Consejo Popular San Pedro del municipio espirituano de Trinidad fue trastocada, primero, a causa de la tormenta local severa que despertó en plena madrugada a los vecinos del asentamiento, y luego por el entusiasmo con el que todos se sumaron a las labores de recuperación. CUBA ANTE LA COVID-19 (I) (II) (III) (IV) (V)
“Cuando nosotros llegamos aquí- cuenta Eunice Jiménez Sánchez, presidenta de este Consejo Popular pegado a la costa sur y a poco más de 30 kilómetros de Trinidad– ya el pueblo estaba en las calles, podando árboles, limpiando las calles, ayudando a los damnificados; la comunidad como siempre respondió.
“Los daños se concentran en la comunidad y en el caserío La Cría, donde se constataron 13 viviendas con derrumbes de paredes y cubiertas, así como afectaciones en la carpintería de los inmuebles y filtraciones en la totalidad de los edificios.
“Esta comunidad -aclara Eunice, una destacada dirigente femenina y con sobrado prestigio en el poblado- fue construida en la década de los años 70 y desde entonces no ha recibido ningún tipo de reparación y mantenimiento, por lo que ya acumulaba problemas con la impermeabilización de los 6 edificios y otros daños estructurales; su rehabilitación integral está prevista para este año”.
El Consejo de Defensa Municipal y las diferentes comisiones de trabajo constataron afectaciones en 13 viviendas con derrumbes de paredes y cubiertas, así como daños en la carpintería de los inmuebles y filtraciones en la totalidad de los edificios originados por este fenómeno meteorológico que, de acuerdo con reportes del Grupo de Pronóstico del Centro Meteorológico Provincial, afectó la provincia de Sancti Spíritus y se “acompañó de fuertes descargas eléctricas, vientos fuertes en rachas, lluvia intensa de corta duración y caída de granizos”.
Con una importante tradición ganadera, los habitantes del poblado fundado por pequeños colonos y negros libertos a mediados del siglo XIX, no creyeron en granizos, vientos ni lluvia intensa y desde las primeras horas del día juntaron sus brazos para borrar lo feo y ayudar a los damnificados.
De este apoyo popular da fe Antonio González, delegado de la circunscripción 84 de la comunidad Alberto Delgado, donde “se activó rápidamente el consejo de defensa, y se organizó la ayuda para la damnificada en cuanto a alimentación, a cargo del restaurante de San Pedro, en tanto sus vecinos decidieron cooperar con otros recursos necesarios”.
Las intensas lluvias de las últimas horas provocaron también la crecida de los ríos Agabama y Caracusey que permanecen fuera de sus cauces y han anegado las plantaciones de maíz, calabaza, frutabomba, boniato y plátano pertenecientes a la granja Valle de los Ingenios, además de las cooperativas de créditos y servicios Ismael Valdivia y Romelio Cornelio, con buena parte de sus tierras en las márgenes de estos ríos.