Por: José Rafael Gómez Reguera
Si emocionante fue saberlos abordando la nave, pisando tierra cubana, recibiendo el aplauso de los trabajadores del aeropuerto internacional José Martí, tras hermosas despedidas, mezcla de alegría y tristeza, y ya de manera oficial, ser reconocidos por el Presidente de Cuba Miguel Díaz-Canel Bermúdez, pocos pudimos contenernos cuando ellos entonaron las notas de nuestro Himno Nacional. CUBA ANTE LA COVID-19 (I) (II) (III) (IV) (V) (VI)
Indescriptible esos instantes. Ellos, valientes a toda prueba, vencedores del coronavirus causante de la COVID-19 en Lombardía, Italia, llegan con la misión cumplida: ayudar al pueblo italiano muy golpeado por la pandemia y salvar vidas, aún a riesgo de las suyas propias, porque fueron siempre respetuosos de las normas de bioseguridad, seguían los protocolos, pero el peligro siempre está latente.
Los saludos a distancia de las máximas autoridades gubernamentales se hicieron presente tanto como ese amor de pueblo que ellos recibieron por las calles habaneras, en una extensión del aplauso que toda Cuba les regala cada noche a ellos y a todos los que, en diversos frentes de la Salud Pública cubana y de la producción y los servicios, hacen posible la atención médica esmerada a favor de la vida y del funcionamiento de la sociedad bajo estas fuertes pero necesarias restricciones de todo tipo.
Una primera parte de la Brigada Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias Henry Reeve ya está en suelo cubano. Otras regresarán una vez que hayan cumplido las tareas encomendadas en todas partes del mundo, porque a pesar de las campañas malintencionadas, del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos, Cuba salva.