Peloteros de Los Gallos intervienen en reacondicionamiento del Huelga

Unidos como una gran familia peloteros y entrenadores trabajan en el reacondicionamiento del terreno.

Por: Joaquín Gómez Serra

Una gran familia de entrenadores y peloteros desandan día a día la grama del estadio José Antonio Huelga en busca de su reacondicionamiento, para aprovechar así estos meses de aparente inactividad deportiva por la COVID-19. Es como si en esta simbiosis “cultivaran” el camino para que, en la 60 Serie Nacional de Béisbol, el gallo canelo del tintorero Cutis cantara alto en la valla del Coloso de Los Olivos. CUBA ANTE LA COVID-19 (I) (II) (III) (IV) (V) (VI)

Una meta que se ha trazado el cuerpo de dirección de Eriel Sánchez, una tropa que desde el amanecer es ejemplo de consagración in situ, es integrarse a trabajadores del INDER y a su brigada de mantenimiento. Se trabaja fuerte en darle altura al box de lanzar de nuestros pitchers.

Un símbolo de entrega, como en sus años mozos desde la lomita del diablo, es el hoy entrenador trinitario Ismel Jiménez Santiago. El junto a Ifreidi Coss, Eriel Sánchez, el “Doctor” Zerquera, otrora director de los Tiburones del Sur, así como por Héctor Huelga, Rafelito Muñoz, Lázaro Martínez y el psicólogo del equipo, lo mismo andan con una carretilla llena de arcilla, que pala en mano echan barro en el box.

Las instantáneas que acompañan el trabajo así lo atestiguan. Junto al alto mando de la pelota yayabera, codo a codo, trabajan los lanzadores Yuén Socarrás y Yoanni Hernández. Ellos, como buenos conocedores de esa zona de lanzar, dan los toques con barro a la altura de ese box, al que subirán muchas veces durante la campaña en aras de llevar a la clasificación a Sancti Spíritus.

El otrora lanzador trinitario Ismel Jiménez guía las labores de subir el box del Huelga.

Y como predicar con el ejemplo es la razón de ser de un buen cuerpo de entrenadores, desde el mismo primer día que iniciaron las labores de mantenimiento en el Huelga, a Ismel se le ha visto, encima del tractor, mientras Eriel le indica el camino para que levante la vieja arcilla de un terreno que recibe cernida una nueva capa, la cual es regada entre todos en la media luna.

Es una obra de todos y para el bien de todos. Su razón de ser es realizar una buena compactación del box, y lo mismo observas a Socarrás y a Yoanni, descalzo, con todos los pies embarrados de barro, que a los restantes entrenadores con las manos “blandiendo” una pelota de barro, que guiados por Ifreidi, y su tabaco en ristre en su boca, le indica el lugar a colocar.

Esa es también la nueva imagen que predica la nueva dirección de Los Gallos. Por eso, cuando se dé la voz de A Jugar en la 60 Serie Nacional, los triunfos serán de una gran familia beisbolera que vestida de shores, en zapatillas o descalzos, no creyeron en el Astro Rey que día a día le echaba candela al Huelga. Los triunfos se saborearán mejores, porque estarán endulzados con el esfuerzo de sus peloteros y el cuerpo de dirección de unos Gallos que sí son de pelea.