Rosita Fornés, siempre entre nosotros

Foto: Cubaescena

Por: José Rafael Gómez Reguera

Hoy 16 de junio, la tristeza embarga a toda Cuba, ante la despedida hacia la eternidad de la gran Vedette Rosita Fornés. Es un dolor que se siente no solo en el sobrecogedor silencio de quienes le dan un último adiós en el teatro Martí de La Habana, sino entre quienes desde toda la Isla siguen el luctuoso acontecimiento.

Se nos ha ido físicamente Rosita, a sus 97 años, cuando todos la queríamos eterna, y rememoramos su triunfal paso por el cine, la radio y la televisión, con espacios como Cita con Rosita, de tantísima audiencia, y numerosas películas que hoy todavía son vistas una y otra vez, como para tratar de atrapar en la retina aquel cuerpo grácil y una voz capaz de incursionar por géneros diversos como solo ella sabía y podía hacerlo.

Antes puse “despedida” y creo que no, que no es lo correcto, porque este es solo un saludo, un hasta luego, pues Rosita nos seguirá acompañándonos por siempre, porque su obra es imperecedera, como lo son asimismo sus virtudes de sencillez y cubanía a toda prueba, esa cubanía que le llevó a permanecer siempre en su Cuba amada, y a pedir que sus restos mortales descansaran en una tierra que la adoró y la seguirá amando.

Rosita ha vuelto. Así seguirá entre nosotros por los siglos de los siglos, mientras de padres a hijos la historia fluya contando de una artista íntegra, que solo se ha tomado un descanso para volver, en cualquier momento, a deleitarnos con su música, su baile, su risa contagiosa, sus actuaciones, todo su ser.