Uno de los edificios que identifican a Trinidad, la Tercera Villa de Cuba, la otrora iglesia y convento de San Francisco de Asís, hoy Museo Nacional de la Lucha Contra Bandidos, LCB recibe un remozamiento capital para devolverle su majestuoso esplendor.
La reparación del techo, la carpintería de puertas y ventanas de madera, pintura total y algunos elementos de albañilería, las ejecuta un grupo de constructores de la EBA, entidad del Fondo Cubano de Bienes Culturales del municipio espirituano de Fomento.
Pablo Sánchez Castro, segundo jefe de la brigada compuesta por doce hombres con varios años de experiencia en esos menesteres constructivos reconoció la importancia del emblemático inmueble edificado entre el siglo XVIII y principios del XIX, según la Real Cédula del 21 de septiembre de 1730. Fue remodelado en 1930 para instalar una escuela pública de estudiantes varones.
De acuerdo con Sánchez Castro, en una segunda fase del contrato se deberá reparar el sistema eléctrico y de plomería como antesala del nuevo montaje museográfico y museológico conforme a la investigación efectuada por el equipo técnico del referido museo trinitario de la LCB.
Del edificio original de esa obra de la arquitectura colonial solo se conserva la torre campanario, el resto data de 1930 fecha de su remodelación para instalar la escuela, la cual, después del triunfo de la Revolución, también funcionó como centro escolar hasta su traslado a otro local con el propósito de crear el museo.
La institución cultural única de su tipo en el país, fue inaugurada el 1 de junio de 1984 por el Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, el ministro de cultura Armando Hart Dávalos y el General de División de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Raúl Menéndez Tomassevich, entre otras personalidades.
Atesora en sus 36 años de existencia una fructífera labor en su objeto social, contribuir al conocimiento de la historia combativa de la Patria, aspecto por el cual ha recibido diversos reconocimientos. Entre los más relevantes está la réplica del machete mambí del Generalísimo cubano-dominicano Máximo Gómez Báez.
