Contra el Aedes Aegypti en Trinidad: una batalla de todos

La campaña de lucha antivectorial precisa reajustar su accionar. (Foto: Vicente Brito / Escambray)

Por: Ana Martha Panadés Rodríguez

En camino hacia la recuperación después del enfrentamiento a la COVID-19, Trinidad libra otra batalla por la salud, esta vez contra el mosquito Aedes aegypti, transmisor de enfermedades como el zika y el dengue, muy peligrosas también con complicaciones que pueden comprometer la vida. CUBA ANTE LA COVID-19 (I) (II) (III) (IV) (V) (VI) (VII)

Lluvias, altas temperaturas y dificultades con el abasto de agua resultan factores de riesgo que el insecto aprovecha para depositar sus huevos y procrearse; de esta manera se compromete la situación epidemiológica en este territorio, donde existen focos del vector en varias zonas de la ciudad, pero los niveles de focalidad muestran cifras más favorables que el pasado año.

Y en eso mucho tiene que ver la sistematicidad en el control de las acciones rectoradas por la dirección municipal de Higiene y Epidemiología, con todo un equipo de trabajo que llega hasta las áreas de salud, a los barrios y en el que se incluyen médicos, enfermeros, técnicos de la campaña antivectorial y los operarios, para tocar a las puertas de los hogares, detectar posibles criaderos y destruir al vector.

Su trabajo, de tan cotidiano, pasa en no pocas ocasiones inadvertido, pero le invito a mirar un poco más: mientras muchos agradecemos el paso a la normalidad después de la zozobra a causa del nuevo coronavirus y relajamos algunas tensiones, el personal involucrado en la campaña trabaja sin descanso y para colmo debe soportar a veces la insensibilidad de algunos vecinos.

Se continúan las acciones de focal intradomiciliario para intentar erradicar el mosquito. Foto: Vicente Brito / Escambray.

Me refiero exactamente a las personas que no colaboran ni facilitan la fumigación de su vivienda, o no cumplen el tiempo establecido en que debe permanecer cerrada a fin de eliminar al vector. Están también quienes no resguardan los recipientes para almacenar agua y no cumplen simples medidas como el cepillado de los tanques o la el autofocal en la vivienda.

La higienización colectiva debe ir de la mano con la recogida de cada patio. De nada vale mantener la limpieza por fuera, si en el interior de la vivienda se propician condiciones para que viva el mosquito, ponga sus huevos, se reproduzca, vuele en busca de comida:  la sangre de los humanos y transmita la enfermedad.

Contrasta el alto nivel de información sobre el Aedes aegypti y las principales medidas para eliminarlo, con manifestaciones de indisciplina que facilita la propagación del vector: botellas y tapas con agua, tanques desprotegidos y patios sin higienizar.

Trabajadores del INDER también apoyan la lucha contra el Aedes aegypti.

La campaña contra el mosquito es mucho más que la fumigación que llega a su casa para eliminar solo al mosquito adulto. Más factible resulta acabar con el inicio de la cadena, o sea eliminar en lo posible las condiciones para que se reproduzca el insecto y genere gastos de recursos y desgaste de las personas.

En los días en que libramos la batalla contra el nuevo coronavirus y nuestro personal de salud escribió las más conmovedoras páginas de solidaridad y humanismo le prodigamos aplausos; hoy le invito a dedicar ese agradecimiento al personal que intenta hacer sostenible la lucha contra el Aedes aegypti en una ciudad que se abre al verano y aspira a disfrutar de unas vacaciones saludables.