Por: José Rafael Gómez Reguera
Cuando el nuevo coronavirus se mantiene como un peligro latente en toda Cuba, y cualquier medida es poca para evitar el contagio, incontables son las mujeres que en la primera línea de combate contra la COVID-19, o en la retaguardia, devienen las Marianas de hoy, haciendo honor a aquella mujer que supo del dolor, pero fue capaz de sobreponerse a él, porque la patria era lo primero. Y hoy lo sigue siendo. CUBA ANTE LA COVID-19 (I) (II) (III) (IV) (V) (VI) (VII) (VIII)
Tanto en las llamadas zonas rojas, las de mayor peligro porque es donde están los casos confirmados del SARS-COV-2, como en otras áreas intrahospitalarias, en los servicios de apoyo, en las instalaciones dedicadas al aislamiento de los contactos de casos confirmados o de quienes llegan desde el exterior, la mujer cubana cobra singular protagonismo.
Singular es el quehacer de las féminas cubanas en el campo de las investigaciones, en el análisis de las muestras y en estudios que pueden llevar a útiles conclusiones acerca de los protocolos con los infectados y en la tan ansiada vacuna, una meta en la que no poco fijamos esperanzas.
Otro tanto sucede cuando de apoyar a personas y familias vulnerables se trata, en la elaboración de alimentos, en su entrega a domicilio para que se hiciera realidad esa necesidad de aislamiento físico, cortar la posibilidad de contagio, preservar la vida de quienes son el tronco de nuestras familias, el conocimiento y la sabiduría acumulados.
¿Y qué decir de quienes integran las diversas brigadas del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias Henry Reeve que han estado, y todavía permanecen, en el combate contra la COVID-19 en diversos países? Ellas, junto a sus compañeros, son la mejor muestra de que Cuba Salva, y que el internacionalismo no es una mera palabra en predios de la Mayor de las Antillas y sí una convicción bien enraizada.
Ellas son las Marianas de hoy, esas que siguen el ejemplo de aquella cubana que, en plena manigua redentora, llamó a empinarse por Cuba. En pleno siglo 21, ellas se empinan por la patria, por la humanidad.
