Ernesto Lecuona, un músico excepcional

Por: Rafael Novoa Pupo

Ernesto Sixto de la Asunción Lecuona Casado, Nació en el actual municipio de Guanabacoa, Ciudad de La Habana, el 6 de agosto de 1895. Inició sus estudios con su hermana la pianista y compositora Ernestina Lecuona. En 1904 ingresa en el Conservatorio Carlos Alfredo Peyrellade, donde además del piano, estudió solfeo con Rafael Carrera; posteriormente recibió clases de piano de Antonio Saavedra, discípulo de Ignacio Cervantes y de Joaquín Nin Castellanos; más tarde en el Conservatorio Hubert de Blanck, sería alumno de este pianista y compositor de origen holandés, con el que concluyó sus estudios en 1913.

En 1912 compuso y estrenó “La Comparsa”, obra de la cual Jesús Gómez Cairo dijo: “Es reveladora del genio de su autor, de su condición de compositor nato. La Comparsa pudiera ser ubicada rápidamente en un tipo de música descriptiva y programática. Lo primero porque evoca las imágenes de una comparsa del carnaval habanero y lo segundo, porque esa comparsa carnavalesca es percibida por el oyente, en su verdadero carácter de baile traslaticio; es decir, se escucha la comparsa, cómo surge desde la lejanía, se desplaza y acerca hasta el momento climático en que se encuentra justo a nuestro lado y continúa su paso para irse alejando en la distancia y desaparecer.

Según precisa Ecured, en 1916 obtuvo una beca para estudiar en Estados Unidos, donde recibió clases magistrales de Ernesto Berumen, e hizo su primera presentación en el Aeolian Hall, y en los teatros Capitol y Rialto. Este fue el inicio de su carrera internacional, y de allí regresó a Cuba.

En 1918 fundó, junto al compositor José Mauri Esteve, el Instituto Musical de La Habana. El teatro lírico atrae a Lecuona, y la revista, el sainete y la zarzuela, tuvieron en él un inspirado cultivador. Su primera obra, Domingo de piñata, fue estrenada en el teatro Martí en 1919 y marcó un hito en la historia de ese coliseo, al alcanzar cerca de doscientas representaciones.

En 1922, Lecuona, junto a Gonzalo Roig, César Pérez Sentenat, Joaquín Molina Torre, Virgilio Diago y David Rendón, fundó la Orquesta Sinfónica de La Habana, la cual ofreció su concierto inaugural el 29 de octubre de ese año, en el que Lecuona actuó como pianista solista.

En 1923 Ernesto Lecuona organiza y dirige en los teatros Payret y Nacional, los Conciertos Típicos Cubanos, en los que se ofrecieron obras de compositores cubanos contemporáneos, y en los que actuaron, entre otros, Caridad Suárez, María Fantoli, María Ruiz, Luisa María Morales, Carmen Burguette, Dora O’Seil, Hortensia Coalla, Nena Planas, Tomasita Núñez, Rita Montaner, Alberto Márquez, Gustavo Carrasco y René Cabell. Ese mismo año realizó una gira por Nueva York y Puerto Rico.

Como refiere Ecured en 1924 viaja a España, donde se presentó como pianista acompañante de la violinista Martha de la Torre, en el teatro Apolo de Madrid. En 1928 Lecuona viaja a París, donde se presentó en las salas Gaveau y Pleyel, con la presencia entre el público de los cubanos Joaquín Nin Castellanos, Alejo Carpentier, y de personalidades del mundo cultural parisiense, como Alfred Cortot, Edgar Varèse, Marius François Gaillard, Maurice Ravel, Joaquín Turina y José Iturbe.

Años más tarde, Lecuona realizó otras importantes giras por el extranjero. En 1930 viajó a Panamá y Costa Rica; en 1931 va por vez primera a México y Hollywood, contratado por la Metro Goldwyn Mayer, para musicalizar el filme The cuba song con el tema El manisero, el mismo que también fue interpretado por Rita Montaner en la película El Romance del palmar en 1938, con los músicos de la orquesta Hermanos Palau.

Cuatro años después en 1932, Lecuona viajó con María Fantoli a España, y en 1934 con su compañía lírica a México, donde estrenó el 22 de marzo en el teatro Felipe Carrillo Puerto de Veracruz, Julián el Gallo, con libreto de Sánchez Galarraga.

En 1936 Lecuona realiza su primera gira a Argentina en compañía de Ernestina Lecuona Casado, Esther Borja y Bola de Nieve, visita que repitió en 1937, 1938 y 1940. En 1938 visita Perú y Chile, y ese mismo año, participa en Argentina, junto a Esther Borja y Bola de Nieve, en el filme Adiós, Buenos Aires.

Sus relaciones con numerosos artistas extranjeros, permitieron a Lecuona traer a Cuba a algunos de los más destacados artistas del momento, entre ellos Pedro Vargas, José Mojica, Margarita Cueto, Azucena Maizani, Carmen Torres, Charlo y Eugenia Zuffoli.

También señala Ecured que el 10 de octubre de 1943, Lecuona estrenó Rapsodia negra en el Carnegie Hall de Nueva York, bajo la dirección de Gonzalo Roig y Carmelina Delfín como pianista. En este programa actuaron además como cantantes, Esther Borja, Carolina Segrera, Luisa María Morales, y Ernestina Lecuona, como pianista acompañante.

Hacia la década del 50, Lecuona visitó Saint Thomas, Islas Vírgenes, Casablanca, Marruecos, Islas Madeira y Madrid, donde cumplió un contrato durante varios meses.

El 23 de enero de 1959, Lecuona volvió para Cuba, donde ofreció un espectáculo en el Stadium Universitario, con un elenco artístico integrado por María de los Ángeles Santana, Zoraida Beato, Miguel D’Grandy, Gladys Puig, Pedrito Fernández, Mimí Cal, Leopoldo Fernández, Margot Tarraza y Ángel Vilches. Así mismo, en el teatro Auditorium presentó María la O, El batey, y La flor del sitio.

El 6 de enero de 1960, Lecuona viajó a Nueva York, y de ahí a España, donde ya enfermo, se radicó definitivamente hasta su muerte en Santa Cruz de Tenerife, el 29 de noviembre de 1963. (Con información de Ecured).