Por: Ana Martha Panadés Rodríguez
Tras una restauración -que es en sí una obra maestra -abrió sus puertas al mercado nacional en esta etapa de recuperación post epidemia, la Hacienda Buena Vista, una joya del patrimonio que aún señorea en el Valle de los Ingenios, a pocos kilómetros de la ciudad de Trinidad.
La inversión destinada a recuperar el esplendor de la vivienda perteneciente a uno de los más ricos hacendados de la sacarocracia criolla, Don Justo Germán Cantero, y que recuerda los templos dóricos de la Grecia antigua, rondó los 4 millones de pesos y confirma las intenciones del Ministerio de Turismo (MINTUR) en función de potenciar los valores naturales y culturales de ese sitio Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Operada por el Grupo Extrahotelero Palmares, la hacienda ofrece un producto de alto estándar, con 4 habitaciones para el hospedaje y el servicio de restaurante en un ambiente campesino y precios económicos, aspecto que resalta Héctor Zerquera Báez, director general de la sucursal espirituana.
“Como parte de este proceso post COVID-19, la gerencia del grupo ha trabajado en función de transformar nuestra oferta gastronómica para el turismo nacional, se ha hecho una rebaja de precios en todas las unidades; la apertura de Buena Vista se realiza en esta etapa de recuperación por lo que los precios son muy económicos.”
Levantada sobre un pequeño promontorio, desde donde domina gran parte del legendario valle, la casona se encuentra rodeada de jardines circulares escalonados como un gran anfiteatro griego en medio de un paisaje rural y muy cubano, otro de los atractivos del nuevo producto que incorpora a sus opciones las excursiones a caballo y los paseos agrícolas.
“Es toda una bondad –apunta Zerquera Báez– tener cerca un polo productivo; es un beneficio para los clientes que podrán disfrutar de ofertas del llamado turismo rural, pero también para el autoabastecimiento de productos agrícolas frescos y naturales, incluso el suministro de productos cárnicos.”
La restauración de estas casas haciendas responde al programa de rehabilitación integral del Valle de los Ingenios, impulsado desde 2009 bajo la rectoría del MINTUR con la participación de más de una decena de entidades y organismos y la supervisión de la Oficina del Conservador de la ciudad de Trinidad y su Valle de los ingenios, con dos propósitos esenciales: recuperar los valores patrimoniales del sitio y consolidarlo como destino turístico sostenible.