Por: Ana Martha Panadés Rodríguez
El sistema de salud pública en Trinidad trabaja en un nuevo evento relacionado con la COVID-19 y que puede poner en riesgo la estabilidad lograda en el sureño municipio después de cinco meses sin la presencia del virus en esta ciudad, donde se reportaron los primeros casos importados en Cuba en el pasado mes de marzo. CUBA ANTE LA COVID-19 (I) (II) (III) (IV) (V) (VI) (VII) (VIII) (IX)
En estos momentos, precisó la doctora Idoneida Cid Garrido, epidemióloga, se estudian las muestras de PCR de las personas más cercanas vinculadas al caso primario, un vacacionista procedente de la provincia de Ciego de Ávila, afectada por un rebrote de la enfermedad y que estuvo alojado en el hotel Village Costasur, del 27 al 31 de agosto.
Como parte de las acciones epidemiológicas, puntualizadas en los protocolos de actuación del sistema de salud en Cuba para la COVID-19, se localizaron y trasladaron para el centro de aislamiento de La Boca a todos los contactos, como una de las medidas esenciales a fin de cortar una posible cadena de propagación del virus.
El nuevo evento confirma el riesgo permanente que significa el SARS-CoV-2 y también la necesidad de mantener la disciplina por parte de la población, en aras de neutralizar la amenaza del nuevo coronavirus, que ha mostrado su capacidad de aprovechar el menor descuido para atacar y alterar la tranquilidad de los trinitarios.
La especialista añadió que como parte de las acciones de control de foco continuará la localización y aislamiento de familiares de los contactos, al tiempo que esclareció que los posibles casos en estudio no guardan relación con los pacientes positivos de los municipios de Jatibonico y Sancti Spíritus confirmados durante la conferencia de prensa del Ministerio de Salud Pública ofrecida este miércoles 9 de septiembre en horas de la mañana.