Ante rebrote de la COVID-19: Trinidad evoluciona de manera favorable

El Consejo de Defensa Municipal puntualiza y controla cada medida.

Por: Ana Martha Panadés Rodríguez

Del otro lado del teléfono la voz se escuchó un tanto preocupada: “recoge algunas cosas, vas para un centro de aislamiento”. José Antonio Bravo Dapresa no necesitó conocer otros detalles. Tantas veces, desde el mismo comienzo de la pandemia, ha desafiado al virus SARS-CoV-2, que saberse contacto de un caso positivo apenas le agolpó el susto en el pecho. CUBA ANTE LA COVID-19 (I) (II) (III) (IV) (V) (VI) (VII) (VIII) (IX) (X)

Chofer de la Agencia Taxis Cuba, recorrió una y otra vez la ruta de la zozobra y la esperanza: muestras para exámenes PCR, personal de la salud que atendió a enfermos y sospechosos, directivos del sector, fueron sus compañeros de viaje en estos casi siete meses de temores, de protocolos aprendidos, de sano regocijo porque sin proponérselo, como todos sus compañeros, se convirtió en protagonista de esta historia de valientes.

No bastaron ni la profesionalidad ni todas las precauciones que tomaron estos conductores. El virus, siempre en acecho, aprovechó una brecha y viajó, no como lo hizo meses atrás desde la lejana Lombardía; lo hizo esta vez de Sancti Spíritus a Trinidad. El diagnóstico positivo de uno de los choferes desató el primer eslabón de una cadena que fue juntado contactos desde una ciudad a otra, de un taxi a otro, entre choferes y más allá: a familiares y personas cercanas; el rebrote de la COVID-19 arrastraba al municipio que tantas veces logró salir ileso.

Con la serenidad que no le abandona, ni siquiera en los días azarosos en que su jornada de trabajo se estira hasta bien tarde en la noche, la doctora Yanisleidi Turiño Lema, directora del Centro Municipal de Higiene y Epidemiología, ha lidiado con este enemigo microscópico, y en honor a la verdad, siempre le ha ganado la batalla; ahora no será diferente, como buena epidemióloga que es, sabe que en esta guerra el tiempo vale oro.

“Desde el primer momento la vigilancia se concentró en la agencia de taxis para realizar los exámenes PCR en el menor tiempo posible e identificar otros posibles contagiados. Cuando comenzaron a llegar los nuevos positivos se amplió la búsqueda de contactos; hoy tenemos en centros de aislamiento alrededor de 270 personas, como nunca antes desde el inicio de la pandemia”.

Miembros del Consejo de Defensa en el Reparto Los Cedros, unas de las zonas con restricción de movilidad.

Como nunca antes Trinidad vive un escenario epidemiológico tan complejo; lo confirma el regreso a la fase de transmisión autóctona limitada aprobada por el Grupo Temporal de Trabajo para la prevención y control del nuevo coronavirus; como nunca antes asoma el desconcierto frente a las cintas amarillas que acordonan calles en varios consejos populares de la ciudad: Monumento, Armando Mestre, Centro, La purísima y Casilda, además de Manaca Iznaga, FNTA y Caracusey en las áreas rurales.

Y en busca de cierta lógica ante tanta dispersión del “bicho”, Yanisleidi Turiño Lema, sostiene la marcada virulencia del agente patógeno que multiplica su capacidad de transmisión y también la poca percepción de riesgo de días atrás, muy bien aprovechada por el nuevo coronavirus para burlar las únicas vacunas que lo pueden contener: la disciplina y la responsabilidad individual en cuidarnos y cuidar a los demás.

La epidemióloga agregó que hoy se mantienen dos eventos de transmisión local activos, uno en el Hotel Village Costasur, propuesto a cerrar toda vez que no ha reportado nuevos casos y el de la Agencia Taxis Cuba, el de más enfermos contagiados con la COVID-19. El sistema de salud trabaja con 14 controles de foco, los cuales han generado una cifra significativa de contactos, sospechosos y personas en vigilancia epidemiológica en la comunidad.

Desde el rebrote de la pandemia y hasta el cierre de este reportaje, el municipio ha diagnosticado 34 pacientes positivos, 4 corresponden al evento del hotel trinitario, y el resto al de la base de taxis. Otros números esclarecen y calman: en esta etapa se han realizado 1884 exámenes PCR en tiempo real, con solo esa cifra de confirmados; al tiempo que se incrementa la pesquisa en centros centinelas y en poblaciones de riesgo.

Distribución de productos en las zonas con restricción de movimiento en Trinidad.

LA SOLIDARIDAD TAMBIÉN SALVA

Desde que el sureño municipio inició la escalada en la curva de contagios, el Consejo de Defensa Municipal (CDM) intenta tomar el pulso a cada una de las medidas que la situación impone, desde el aseguramiento logístico a los seis centros de aislamiento habilitados, incluidos el Campismo Manacal y la escuela especial Jesús Betancourt, hasta la distribución de alimentos y la garantía de algunos servicios a los más de 1800 trinitarios que hoy residen en zonas con restricción de movilidad.

Y es que lo que no puede cercar el virus es la solidaridad tan raigal en los cubanos y en esta ciudad abierta al mundo. Nunca han faltado jugos o compotas para los niños pequeños que permanecen en aislamiento, ni tampoco la atención médica o de enfermería a quienes esperan el resultado de un PCR en medio de la zozobra y la posibilidad de enfermar a otros.

Tras el sobresalto de saberse contacto de un caso positivo, Julio César Broche respira ahora un poco más aliviado; revisa sus rutinas y no encuentra un desliz: siempre el nasobuco, el lavado de las manos, la desinfección del puesto de trabajo, en fin, un protocolo que aprendió de los especialistas y que no se atreve a violar porque sabe que en casa lo espera su abuela y su sobrina pequeñita.

A través del teléfono agradece la profesionalidad del doctor Idolkis Colina, la limpieza de la habitación donde permanece en la villa Siguaney, la alimentación “balanceada y muy bien elaborada y el desvelo de todos para que estos días de aislamiento sean más llevaderos”. Desde la calle Antonio Guiteras y resguardado por una cinta amarilla, los trabajadores sociales, los mensajeros, un oficial del Ministerio del Interior y otros rostros que desconoce, Jorge Luis Rodríguez se siente confiado: “no estamos solos, se nos ha garantizado la venta de alimentos y todos han estado atentos a nuestras necesidades.”

Fuerzas del Minint y representantes de organizaciones de masas aseguran el cumplimiento de la restricción demovilidad en calles de Trinidad. Foto: Duznel Zerquera.

Cuadras más allá, en la calle Pedro Zerquera, la presidenta del consejo popular Centro, Minerva Beltrán, vive la experiencia desde la mismísima zona roja: “me encuentro en una de las áreas en restricción y se siente mucha tensión, pero mi deber es acompañar a los vecinos, explicarles la necesidad de permanecer dentro de la casa, escuchar sus preocupaciones, organizar la distribución de los productos que llegan; son días muy intensos pero cuento con la ayuda de otros compañeros y entre todos cumpliremos esta tarea”.

Son casi las siete de la noche y los trabajadores de Acopio han llegado con viandas para distribuir entre las 300 familias que abren la puerta, aún con sobresalto, a la enfermera que, protegida detrás de la mascarilla, el gorro y las gafas, intenta anticipar síntomas y ganarle tiempo a la enfermedad.

Trinidad evoluciona de manera favorable, aunque el virus SARS-CoV-2 presuma de hostigarla en zona roja. Otra vez lucirá sus aires de dama coqueta y abrirá sus brazos a todos los que hoy la sostienen en su recuperación.