CCS Ramón González Coro de Trinidad: Retos motivadores

Foto: Escambray

Por: Ana Martha Panadés Rodríguez

La organización y control del trabajo, la motivación y el compromiso afianzan los resultados que hoy exhibe la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Ramón González Coro, una de las cooperativas con más peso en la producción de alimentos en el municipio espirituano de Trinidad y que logró dejar atrás incumplimientos y la falta de motivación de sus asociados.

Para su presidente, Nelson González Pérez, la fórmula es no renunciar a ningún propósito e incursionar en cultivos no tradicionales y expone como ejemplo la malanga y el plátano macho, casi siempre “importados” de otros territorios espirituanos: “trajimos semillas de esa vianda y las sembramos en nuestras áreas y hoy los resultados son positivos; lo mismo sucedió con el plátano, con unas 4 hectáreas las cuales estarán en producción para el mes de marzo del año próximo”.

Otros renglones como el frijol, el maíz, el boniato y las hortalizas, típicos de esa zona, también figuran entre las prioridades de esta organización campesina, asentada en las márgenes del río Agabama y bendecida por suelos aluviales con alto potencial productivo: “somos también de las cooperativas que se insertan en el programa cafetalero; este año acopiamos más de 1500 latas del grano, pero la aspiración es llegar a unas 4 mil latas con buena calidad y favorables rendimientos.”

La cosecha cafetalera, clave en la conomía de Trinidad. Foto: archivo.

Varios años al frente de la cooperativa le han curtido más de una maña a Nelson González, siempre inconforme: “tenemos que seguir escalando peldaños -comenta-  ya nos insertamos en el programa de siembra de arroz; hoy es para autoconsumo, pero ya el año próximo nos proponemos entregar un nivel para el pueblo y los consumos sociales;  sembramos también una hectárea de garbanzo y queremos seguir aumentando”.

Nelson es de los que cree y apuesta por el trabajo productor a productor como garantía para lograr un proceso de contratación que se corresponda con las potencialidades reales de cada finca o área cultivable; por eso incentiva el diálogo con cada uno de los 106 asociados: “tenemos muchos argumentos para convencer a los campesinos sobre la importancia de incrementar la entrega de las producciones y asegurar que lleguen a su destino; no aceptamos desvíos ni ilegalidades”.

Ni aún en los peores momentos en que la CCS Ramón González Coro casi tocó fondo, este hombre apegado al campo dejó de confiar en la entereza de sus compañeros y en la capacidad de vencer las dificultades: “nada es imposible y los retos me motivan”, concluye.