Estados Unidos y las múltiples expectativas en año nuevo

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Estados Unidos comienza a vivir hoy 2021 bajo el azote de la pandemia de la Covid-19, con un panorama económico desalentador, y a la espera de un cambio de gobierno el 20 de enero.

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Ese día, la nación despedirá al presidente republicano, Donald Trump, y recibirá al demócrata Joe Biden, quien ganó los comicios del pasado 3 de noviembre al acumular 306 votos electorales por 232 de su rival, el jefe de Estado.

Pese a las continuas quejas del mandatario saliente sobre un supuesto fraude en las votaciones, las cuales desecandenaron varias demandas legales que mayoritariamente fueron rechazadas, el Colegio Electoral certificó el triunfo de Biden el 14 de diciembre.

A juicio de fuentes de diversos sectores, el nuevo gobernante asumirá el cargo con muchas promesas que cumplir, en aras de sacar al país del camino por el cual lo condujo su antecesor, cuyas acciones sobre inmigración y política exterior, entre otros ámbitos, recibieron innumerables y constantes críticas.

Durante su campaña por convertirse en el jefe de la Casa Blanca, el demócrata lanzó decenas de planes, que abarcan desde iniciativas económicas y a favor del medio ambiente a gran escala hasta grandes acciones sobre justicia social y racial, educación y salud.

Biden anunció que en su mandato Estados Unidos regresará al Acuerdo de París sobre cambio climático, a la Organización Mundial de la Salud y a otros mecanismos y entidades internacionales abandonadas a partir de las controvertidas decisiones de Trump.

Sin embargo, muchas voces coinciden en que el enfrentamiento a la Covid-19, causada por el coronavirus SARS-CoV-2, constituye el principal desafío inmediato del mandatario electo, quien, a diferencia del republicano, dice reconocer la gravedad del problema y seguir los criterios de los expertos en salud.

El demócrata describió la semana pasada un panorama sombrío en la lucha contra la enfermedad en Estados Unidos, donde se contabilizan hasta hoy más de 354 mil muertes y 20,4 millones de casos confirmados, según el sitio digital Worldometer.

Para Biden, los días más oscuros en la batalla contra el mal están por llegar, ‘no los hemos dejado atrás’, consideró al responder preguntas de periodistas en Wilmington, Delaware.

Manifestó que el inicio de la vacunación (a partir de dos inmunizantes, uno de las empresas Pzifer y BioNtech, y otro de Moderna) no impedirá el deceso de otras decenas de miles de personas, y por muy frustrante que sea escucharlo, agregó, vamos a necesitar paciencia, persistencia y determinación para derrotar a este coronavirus.

En la misma rueda de prensa, se refirió al restablecimeinto del sistema que permite pedir asilo en este país a quienes entran por su frontera con México.

Consideró que ese paso tardará unos seis meses después del comienzo de su administración, tras decir en la campaña que sería algo rápido, y justificó que ese tiempo es necesario para evitar un posible repunte enorme en el número de migrantes irregulares hacia suelo estadounidense.

‘Lo último que necesitamos es decir que vamos a parar inmediatamente el acceso al asilo como se ejecuta ahora, y después acabar con dos millones de personas en la frontera’, comentó. Otra expectativa generada por la futura administración es la posibilidad de que transforme en general los vínculos con América Latina, luego de que Trump enarbolara de forma explícita la condenada Doctrina Monroe, la cual sirvió de base en varios momentos históricos para que Washington promoviera invasiones y golpes de Estado en la región.

De acuerdo con analistas en la materia, con el gobierno de Biden no debe cambiar el hecho de que los temas relacionados con América Latina sean secundarios en la política exterior norteamericana, pero el venidero gobernante prometió giros de perspectiva en algunos aspectos.

Al respecto, por ejemplo, además de los temas migratorios, el demócrata adelantó que revertirá restricciones impuestas a Cuba, luego de que Trump recrudeció a niveles extremos el bloqueo económico, comercial y financiero mantenido contra la isla caribeña durante casi 60 años.