Por: Alipio Martínez Romero
Apuesta por la vida desde la iniciativa y la creación artística en repuesta a los protocolos de bioseguridad activados por la Organización Mundial de la Salud, es la propuesta expositiva de los artesanos que integran el Proyecto Urdimbre de Trinidad con el título “ Llegó para quedarse”.
Ante la persistencia del complejo panorama higiénico- sanitario que provoca el nuevo coronaviru, las mascarrillas o nasobucos son imprescindibles en la sociedad tanto dentro del hogar, como en los colectivos laborales, estudiantiles y en los espacios públicos con el propósito de conservar la salud humana.
Así, los artesanos- artistas de Urdimbre inspirados en mantener la vitalidad sin perder la imagen y la elegancia en el arte de vestir, confeccionaron sus obras combinadas con esos artículos que hoy forman un conjunto único en la práctica de la cotidianidad, pero bordados y tejidos con el sello distintivo de este Patrimonio Cultural de la Humanidad, Ciudad Artesanal del Mundo y Creativa.
Tradiciones y costumbres, heredadas de los siglos anteriores, las habilidades con la telas, el hilo, y la aguja se conjugan a través de las diferentes técnicas de la randa, tejidos y bordados al crear esas pintorescas e irrepetibles piezas capaces de combinar con el vestuario al convertirse en una prenda útil y necesaria para nuestra principal protección.
A través de la diversidad de colores el espectador se contagia de alegría y frescura en medio de la difícil situación epidemiológica con un mensaje a la conciencia, la responsabilidad y el autocuidado con el uso del nasobuco, sin descuidar el glamour y la identidad al mantener las características socioculturales de cada persona con la esperanza y el protagonismo de todos en la victoria contra la COVID- 19.