El sostenido quehacer distingue la unidad de recuperación de materias primas de Trinidad, la mejor de la provincia de Sancti Spíritus, en el primer trimestre del año
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Por: Juan Carlos Naranjo
NO es de cubanos cruzarse de brazosen espera de que pase la tormenta. En medio del torbellino de la COVID-19 fluyen las opciones para seguir, aún cuando nada es igual que antes. Echar mano a las alternativas y desterrar la inercia, eso han hecho los trabajadores de materias primas de Trinidad, en aras de recuperar todo lo que admita reciclaje.
No ha sido fácil, lo dice este reportero que da seguimiento al duro bregar del colectivo: los impedimentos plantan carpa, hace más de un año a causa del virus, recesaron sus operaciones los centros turísticos, principales fuentes generadoras de desechos en el territorio.
Lo mismo sucedió con las tiendas recaudadoras de divisas, cuyas ventas menguaron también y por consiguiente, los materiales recuperables. A ello se suman las restricciones en la transportación, en la movilidad de las personas, en fin, obstáculos y tropiezos sobran.
Entonces el ingenio escala peldaños y los trabajadores de materias primas de Trinidad comenzaron a tocar puertas casa a casa en busca de mayor colaboración, se aliaron más a los factores de la comunidad, sobre todo a la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y a los Comités de Defesa de la Revolución (CDR), aprovecharon el protagonismo de presidentes y delegados de consejos populares.
En medio de todo ese batallar, la inteligencia ilumina a los decisores y se elevan los precios de compra de los productos, una forma de estimular la entrega,por ejemplo la lata de aluminio se comercializa a 23 pesos el kilogramo, el aluminio fundido y laminado a 43, el bronce a 20, y el cobre a 30. Constantemente se renueva el monto.
Crece entonces en las tres tiendas del territorio el número de recolectores: se incrementala entrega de frascos de cristal, especialmente botellas de cerveza y ron, acero y a menor escala los metales no ferrosos.
Aún así la Unidad trinitaria fue la mejor en la provincia de Sancti Spíritus, en el primer trimestre del año, se cumplió a un 105 por ciento el plan general, aunque no se llegó a lo pactado por surtidos.
De todos modos vale el esfuerzo por lo que representa para el incentivo de la cultura del reciclaje y en la sustitución de importaciones. Y es que a pesar de los contratiempos los trabajadores de materias primas en Trinidad laboran sin pausa frente a los desafíos que impone el contexto económico y financiero del país, el aporte en tiempos de pandemia merece halagos mayores.