Antonio Guiteras: el espíritu más puro del movimiento nacional revolucionario cubano

Una de las salas del Museo Memorial El Morrillo donde está hoy el túmulo que guarda los restos de Antonio Guiteras y del venezolano Carlos Aponte. Foto: Juventud Rebelde.

Por: José Rafael Gómez Reguera

Un día como hoy, de 1935, el líder antimperialista cubano Antonio Guiteras y el revolucionario venezolano Carlos Aponte, fueron asesinados en el Morrillo, Matanzas, cuando intentaban salir del país con un grupo de colaboradores para regresar con una expedición armada.

El momento en que Guiteras y Aponte cayeron en combate, constituye uno de los momentos siempre recordados en Cuba.

Durante el Gobierno de los Cien Días se desempeñó como secretario de Gobernación, Guerra y Marina. Tuvo una gran influencia dentro del gobierno e impulsó la mayoría de las leyes revolucionarias y populares de éste.

Como muestras de su temple, vale mencionar dos momentos: la anécdota de que Guiteras tenía un valor tal que fue capaz de echar del campamento de Columbia –darle diez minutos para hacerlo– al exembajador de Estados Unidos, pues había injuriado al secretario de Gobernación, Guerra y Marina del Gobierno cubano y estaba en zona militar, y no podía permitírselo. También de ordenarle al sargento jefe del puesto de Guantánamo, que solo contaba con 125 hombres y dos ametralladoras, a dispararle al primer marine que saliera de la base y pisase suelo cubano.

A la caída del Gobierno de los Cien Días, pasó a la clandestinidad. Fundó la TNT y luego la Joven Cuba para oponerse al poder del llamado gobierno de Caffery – Batista – Mendieta. Cayó en combate en Morrillo, cuando intentaba salir del país con un grupo de colaboradores para regresar con una expedición armada.

Guiteras había nacido el 22 de noviembre de 1906 en Bala Cynwyd, condado de Montgomery, en Filadelfia, Pennsylvania. Creció oyendo las historias de su tío, José Ramón Guiteras, quien diera su vida por la libertad de Cuba durante la primera guerra de independencia y las de su tío abuelo irlandés, John Walsh, uno de los más importantes líderes de la independencia de Irlanda. Cuando tenía cuatro años de edad sufrió un accidente que le hizo perder el control del lado derecho de su cuerpo por varios años. Por ese motivo se convirtió en zurdo. También perdió la visión del ojo izquierdo, que se le desvió en cierto grado.

Su padre, hombre culto y de pensamiento liberal, supo inculcarle su amor por la Patria y a José Martí. La familia Holmes, por problemas de enfermedad del padre, se trasladó a Cuba en 1913, radicándose en Matanzas un año y luego en Pinar del Río.

El 15 de septiembre de 1919 solicitó su ingreso en el Instituto de Segunda Enseñanza de Pinar del Río. Por el Plan Varona estudió en esa institución, Geografía Universal, Aritmética, Gramática e Idiomas. El 27 de noviembre de 1923 fue arrestado en el teatro Dulce por participar en una protesta estudiantil motivada por una arenga de Gabriel Barceló, enviado especial de Julio Antonio Mella. En julio de 1924 recibió el título de Bachiller en Ciencias y Letras y el diploma de Agrimensor y Perito Tasador de Tierras.

El 7 de abril de 1927, una semana después de que la Policía Nacional reprimiese la manifestación estudiantil del 30 de marzo, Guiteras tomó parte en la fundación del Directorio Estudiantil Universitario por la Facultad de Farmacia. Pocos después la policía apresó a sus miembros y los condujo a la Duodécima Estación. Al salir en libertad los miembros del Directorio adoptaron un régimen clandestino.

Foto: archivo

Guiteras venció los exámenes finales de su Doctorado en Farmacia en agosto de 1927 con calificación de sobresaliente y el 25 de ese mismo mes, cuando contaba sólo con 20 años recogió su título en la Universidad de La Habana. Regresó a Pinar del Río y se dedicó a sostener a su familia, tras el deceso del padre. Fracasado el negocio que montó con ahorros familiares, buscó empleo, y fue viajante de Comercio, que le posibilito entrar en contacto con veteranos de la Guerra del 95 y jóvenes con inquietudes revolucionarias opuestos a la tiranía de Gerardo Machado. Los conocimientos de química de Guiteras fueron ampliamente utilizados por sus miembros en la fabricación de bombas. Se hicieron de un laboratorio e instalaron una fábrica de granadas en el monte.

Participó en el alzamiento de los nacionalistas en agosto de 1931dirigido por Mario García Menocal y Carlos Mendieta, una acción fracasada por la cual fue a prisión. Una vez fuera de la cárcel, rompió con los viejos caudillos y funda la Unión Revolucionaria (UR), organización que planeó un alzamiento antimachadista.

Tras la huída de Machado, fue informado sobre el descontento existente dentro del ejército con el gobierno de Carlos Manuel de Céspedes. Ocurrida la etapa conocida como la pentarquía, y sobrevenir la presidencia de Ramón Grau San Martín (Gobierno de los Cien Días), fue nombrado al frente de la importante Secretaría de Gobernación. Desde esa posición, tomo varias medidas en favor del pueblo y que afectaban los intereses del gobierno norteamericano en Cuba.

Entre ellas estaban el establecimiento de la jornada de ocho horas y el jornal mínimo de 1.00 peso diario para la ciudad y 0.80 centavos para el campo, que hasta ese momento era de 0.20 centavo por diez horas o más; la disolución de los partidos machadistas y rebajó las tarifas de la electricidad.

El Gobierno de los Cien Días fue derrocado el 15 de enero de 1934. Guiteras pasó a la clandestinidad y realizó varias acciones como parte de la organización Joven Cuba, a cuyos cuadros comenzó a sacar clandestinamente del país. Su plan táctico secreto contemplaba organizar una expedición procedente de México que desembarcara por Oriente, simultáneamente varios cuarteles de esa provincia serían asaltados por los militantes de Joven Cuba quienes al apoderarse de las armas pertrecharían al pueblo y marcharían a la Sierra Maestra.

Patio y parte de la explanada del El Morrillo, un antiguo fuerte colonial español, donde ocurrió la muerte de los héroes. Foto: Juventud Rebelde.

Cuando intentaba salir junto a Aponte por la zona de El Morrillo, en Matanzas, con el inconveniente del retraso del yate Amalia, fueron rodeados por la soldadesca. Casi inmediatamente Guiteras fue alcanzado por una bala en el corazón y poco después Aponte fue derribado por un disparo en la cabeza.

Raúl Roa afirmaría: “Así se perdió la figura más empinada, el ánimo mejor templado, la voluntad más indomeñable, el brazo más enérgico y el espíritu más puro del movimiento nacional revolucionario” (Con información de Ecured y Granma)