Daniel Pérez: un campesino de Trinidad que ama la agroecología

Daniel Pérez comparte sus experiencias en la asamblea de balance de la ANAP. Foto: Ana Martha Panadés.

Por: Ana Martha Panadés Rodríguez

Las lluvias que ya mojan las montañas de Topes de Collantes son recibidas como una bendición por los campesinos de esa zona, testigo de la recuperación del cultivo del café, no solo sustento económico sino todo un símbolo para los habitantes de este poblado serrano, a poco más de 20 kilómetros del municipio espirituano de Trinidad. CUBA ANTE LA COVID-19 (I) (II) (III) (IV)

Si bien la sequía hizo sus estragos en la campaña de siembra y puede comprometerse parte de las cerca de 20 hectáreas plantadas, los caficultores no pierden el tiempo en lamentaciones e intensifican la siembra de otras producciones para el sustento propio y aportar comida con destino al pueblo e instituciones de la salud.

Nacido y criado en el lomerío, Daniel Pérez García, de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Lucas Castellanos Rodríguez, una de las cuatro formas productivas dedicadas a ese renglón productivo en la región, es un campesino que aprovecha los beneficios de la ciencia para obtener mejores rendimientos de café, además de frutas a partir del empleo de técnicas agroecológicas.

“Soy un campesino que ama la ciencia, la técnica, la agroecología, es una práctica que utilizo hace ya varios años y he visto el resultado porque los rendimientos de mi finca son muy altos;  yo tengo media hectárea en producción y recogí 430 latas de café maduro en la pasada cosecha.”

Este campesino es uno de los promotores del movimiento que promueve el empleo de prácticas y elementos naturales durante todo el proceso de cultivo y su finca es una de las 1370 que en el sureño territorio apuestan por esta alternativa que prescinde del uso de fertilizantes y otros productos químicos, que además son importados por el país.

“Yo comencé en el movimiento desde sus inicios, recibí las primeras capacitaciones a través de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) en Trinidad; me convertí en promotor y junto a otros compañeros realizamos escuelas de productores con el objetivo de intercambiar experiencias; hoy somos muchos, pero considero que aún quedan reservas que debemos aprovechar”.

“Además del café intercalo otras producciones en mi finca como los frutales y los cultivos varios, en ningún caso utilizo fertilizantes químicos y los productos son muy sanos, excelentes para comer y muy nutritivos”

Pero también cultiva frutas exóticas…

“Sí y te confieso que causan asombro en las personas a quienes se las regalo. Yo me hice de esas semillas a través del doctor Adolfo Arnaldo Rodríguez Nodals, quien fuera director del Programa de la agricultura urbana, suburbana y familiar en Cuba, ya fallecido; a él también le gustaban esas variedades y me proporcionó las semillas, es difícil lograrlasen nuestro país, pero le dedico mucho amor, gracias al cariño que les he puesto, siempre tengo los viveros y obtengo esas frutas que se las regalo a muchas personas y que son muy sabrosas también.”

La producción de café es el renglón más importante en Topes de Collantes. Foto: Ana Martha Panadés.

¿Y las técnicas que emplea?

Son muy sencillas, por ejemplo, cuando limpio mi cafetal, esa hierba seca la pongo alrededor dela planta, la técnica se llama arrope y es buena porque guarda la humedad cuando se descompone y es un abono orgánico; utilizo además el estiércol de los animales de la finca, tengo una cría de carnero y ese residuo lo uso en los viveros; eso es especial, se lo garantizo.”

Daniel Pérez no se cansa de repetir las bondades de la agroecología, técnica que debe ganar más reconocimiento entre los campesinos trinitarios que en no pocas ocasiones se lamentan de la falta de fertilizantes y otros insumos químicos para tratar plagas e incrementar los rendimientos, cuando tienen al alcance prácticas y productos naturales, sin costo alguno y muy beneficiosos en el propósito de fomentar una agricultura sostenible.

Daniel Pérez García sabe que su plaza para desfilar este Primero de Mayo está hoy en medio de esos cafetales donde secosecha un grano de calidad óptima listo para la exportación y que genera divisas al país.