Entre las acciones que se ejecutan en saludo a la fundación de la tercera villa cubana, la rehabilitación de viviendas y de espacios urbanos adquiere una dimensión especial, en tanto se benefician numerosas familias y se enaltece la imagen de la ciudad
Por: Ana Martha Panadés
Que hasta el mismísimo borde de la ciudad, en el barrio conocido como La Barranca, lleguen las labores constructivas arroja luces sobre el alcance del programa por el cumpleaños 510 de Trinidad, concebido en función de realzar la imagen urbana y mejorar la calidad de vida de la ciudadanía.
Una de las obras en total coincidencia con este propósito resulta la ejecución de la última etapa del Proyecto de Colaboración Internacional Calle Independencia, como parte del trabajo conjunto de la Oficina del Conservador de la ciudad de Trinidad y la Organización No Gubernamental (Ong) Arquitectura sin Fronteras de la demarcación de Andalucía, España.
Las acciones se concentran en el último tramo de la calle, entre Tornero y Juan Manuel Feijoó, y abarcan la construcción de la plaza de los Dos Cañones, una caballeriza y puntos para la recogida de los desechos (cuartos limpios), la intervención de inmuebles y la reparación del empedrado de las vías adyacentes.
De acuerdo con Mirén Ormaechea, representante de la ONG, los trabajos favorecen todo ese entorno comunitario localizado en la zona de Amortiguamiento, que bordea el núcleo urbano declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y cuyo conjunto arquitectónico expone el modo de vida de algunas de las primeras urbanizaciones de la villa.
Por estos días, la popular barriada es escenario de la intervención constructiva que Rafael Montes Vázquez, ingeniero civil y jefe de obra, define como un proyecto social que beneficia a las familias residentes en la zona e involucra en la ejecución a trabajadores de la mipyme Todo de madera, con asesoría técnica de la Oficina del Conservador de Trinidad y financiamiento de la colaboración internacional.
Pese a las lluvias recurrentes y las irregularidades con el suministro de algunos recursos, entre ellos el cemento y el acero, el cronograma avanza en varios frentes a la vez: “La restauración de dos inmuebles con valor patrimonial, la reparación de las aceras y el empedrado, la intervención en las 28 viviendas que conforman la manzana y la construcción del parque”, acotó Montes Vázquez.
Esta última constituye la obra más compleja al erigirse en una pendiente, lo cual ha dilatado la terminación de los muros de contención. La propuesta de diseño de la futura Plaza de los dos Cañones sumará a arquitectos, artistas de la plástica y artesanas que integrarán en el espacio urbano varios conceptos estéticos.
Con el inicio de los trabajos en la calle Independencia, poco más de 135 viviendas han resultado beneficiadas, además de mejorarse la habitabilidad básica en esa área, donde se implementan, como parte de la cooperación internacional, proyectos de educación y sensibilización sobre la necesidad de proteger el medio ambiente y preservar los encantos de una ciudad que seduce desde sus cuatro puntos cardinales. (Tomado de Escambray).
