China y EE.UU. efectuarán nuevas consultas sobre temas comerciales

China confirmó hoy con Estados Unidos el viaje que hará aquí el secretario de Comercio, Wilbur Ross, la semana próxima para proseguir con las consultas sobre las diferencias económicas y mercantiles entre ambos países.

Según reportes de prensa, el viceprimer ministro Liu He y el propio Ross definieron en una conversación telefónica que la visita será del 2 al 4 de junio próximos.

Este será el tercer encuentro sobre el tema entre ambas potencias en apenas un mes, en busca de una salida a sus diferencias que sea satisfactoria para los intereses de ambos lados.

A principios de este mayo, abrieron las pláticas en Beijing y la continuaron la semana pasada en Washington con el logro de varios acuerdos, el principal de ellos, fue no desatar una guerra comercial. Un comunicado conjunto de la última reunión indicó que las partes están dispuestas a manejar sus disputas bajo las orientaciones de los presidentes Xi Jinping y Donald Trump, y dejarán de imponerse aranceles mutuamente, algo muy significativo en el plano bilateral como global.

Decidieron incrementar las importaciones de bienes y servicios de Estados Unidos a China con el objetivo de equilibrar el déficit comercial, actualmente a favor del gigante asiático con 550 mil millones de dólares.

En ese punto, habrá un alza en los envíos de productos agrícolas y del sector de la energía, lo cual es visto como la vía de estimular el crecimiento de la economía norteamericana y al mismo tiempo la diversificación de artículos de calidad para el pueblo chino.

También decidieron aumentar las inversiones en sus respectivos territorios con un clima de negocios justo y equitativo y, respecto al polémico asunto de la propiedad intelectual, convinieron en fortalecer los mecanismos mutuos de protección.

China, especialmente, se comprometió a revisar sus leyes relacionadas con esa cuestión, incluida la de patentes.

Otro resultado de las consultas fue la determinación de mantener los contactos de alto nivel en materia económica y comercial a fin de manejar y resolver otra posible fricción.

Las dos potencias cesaron así la confrontación vivida durante semanas a raíz de una pesquisa de Washington que arrojó el supuesto robo de tecnología, propiedad intelectual y competencia desleal de China en el mercado estadounidense.

Como consecuencia, la administración de Trump anunció gravámenes adicionales sobre la importación de miles de artículos de esta nación y prohibió la venta de componentes a la empresa ZTE.

China no se quedó cruzada de brazos, también aumentó los aranceles a más de 200 artículos norteños y presentó par de recursos ante la Organización Mundial del Comercio.

(Tomado de Prensa Latina)