Por: Alberto Corona
La violencia persiste hoy en Nicaragua, pese al llamado a la paz y la disposición del gobierno para mantener un diálogo nacional que devuelva la estabilidad al país, azotado por grupos vandálicos de la derecha que pretenden sembrar el terror.
Al menos cinco muertos, una treintena de heridos, instituciones públicas y una radioemisora atacadas e incendiadas fue el saldo de una jornada sangrienta la víspera, que se entendió hasta la madrugada de este jueves, hora local.
De esa manera, el Día de las Madres en esta nación centroamericana -que se conmemora cada 30 de mayo- se tiñó de sangre, ahondando así el dolor de las familias tras más de 40 días de violencia y odio promovidos por la ultraderecha, acorde con denuncias.
Nicaragua nos pertenece a todos y aquí nos quedamos todos, expresó este miércoles el presidente de la República, Daniel Ortega, durante un masivo acto al que acudieron miles de ciudadanos para respaldar a su gobierno y defender la revolución sandinista.
Concentrados en la capitalina avenida de Bolívar a Chávez, Ortega aseguró a los presentes que Nicaragua no es propiedad privada de nadie.
Asimismo, el mandatario subrayó que las venas del país son todos los nicaragüenses, independientemente del pensamiento político, religioso e ideológico que profesen. ‘Dios nos dio esta tierra a todos los nicaragüenses’, apostilló.
El jefe de Estado lamentó el dolor que vive la nación, a raíz de la ola de violencia desatada el pasado 18 de abril, cuando protestas en contra de una reforma del gobierno al seguro social, ya derogada, derivaron en enfrentamientos y actos vandálicos, con un saldo de más de 80 muertos.
‘Nuestro mayor compromiso, nuestra obligación es luchar y defender la paz que tenemos que recuperar. El desafío es hacer camino al andar hacia la paz’, enfatizó Ortega, durante el acto, en el cual se les rindió un homenaje a las madres.
Queremos una paz con justicia, salud, educación para los pobres, los pueblos, con derecho al trabajo, seguridad para las familias, desde el que más tiene hasta el que menos, porque todos tenemos los mismos derechos ante Dios y la ley, añadió.
De acuerdo con Ortega, la lucha que hoy liberan por la tranquilidad es un compromiso con las madres de los jóvenes muertos en conflictos armados anteriores, y con las que perdieron a sus hijos en los recientes actos de violencia.
En todos los sitios del país está el testimonio de ese dolor, el cual no puede llevar a la destrucción de las familias, la muerte, la guerra, según manifestó el mandatario, al recordar el largo y duro camino que recorrió la nación para alcanzar la reconciliación.
Sin embargo, en otro punto de la ciudad tenía lugar simultáneamente una marcha, también multitudinaria, de los denominados ‘autoconvocados’ y el llamado movimiento Madres de Abril, ambos contrarios al gobierno.
El principal objetivo de estos grupos es provocar el derrocamiento del gobierno de reconciliación y unidad nacional, para lo cual se apoya en una intensa campaña mediática dirigida a deslegitimar al Ejecutivo mediante la manipulación y la mentira, según denuncias.
Dicha marcha, una vez más, terminó en actos violentos y sangrientos, que se extendieron o replicaron hacia otras ciudades del país.
En opinión de observadores, ese accionar criminal, deslegitima las manifestaciones y protestas de sectores opositores, cuyos derecho a la protesta, siempre que sea pacífica, es reconocido por el gobierno.
(Tomado de Prensa Latina)