Texto y fotos: José Rafael Gómez Reguera
Pronto dirá adiós la etapa vacacional veraniega, para dar paso al curso escolar 2018-2019. Por tal motivo, muchos disfrutan al máximo cuanto ofrecen estos días finales de agosto y los dos primeros de septiembre, con la activa participación de empresas y organismos de Trinidad, y el singular protagonismo del llamado Cordón Playa, con énfasis en playa Ancón
Muy concurrida la playa en este verano 2018. Foto: José Rafael Gómez Reguera.Pronto la etapa vacacional veraniega 2018 dirá adiós en Trinidad, como en toda Cuba. Ya quedan pocos días de agosto, y el curso escolar 2018-2019 se apresta a aparecer en el horizonte con su carga de conocimientos y alegrías. Mientras, trinitarios y visitantes de municipios y provincias aledañas siguen llegando a la Ciudad Museo del Caribe para disfrutar de sus opciones culturales, recreativas y gastronómicas, en tanto el Cordón Playa, y en especial playa Ancón, mantienen su protagonismo para placer de chicos y adultos.
Trinidad, con la singularidad de sus encantos coloniales, atrae. Tanto la condición de Patrimonio Cultural de la Humanidad de la ciudad y su Valle de los Ingenios, como el reciente título de Ciudad Artesanal del Mundo devienen elementos claves a la hora de decidirse por alojarse en la Tercera villa cubana, ya próxima a sus 505 años de existencia, o pasear por sus calles, plazas y plazuelas en una sola jornada.
Otro tanto sucede con la belleza de playa Ancón y demás zonas de baño de la localidad, dadas las altas temperaturas del estío, los parques infantiles y el minizoológico, aunque lamentablemente estas últimas instalaciones demandan de esfuerzos serios para reacondicionar sus opciones recreativas y garantizar la seguridad de los infantes. De igual manera, resaltar la belleza de esos sitios y mantener ofertas gastronómicas acorde con su objeto social.
Poco queda de la etapa vacacional veraniega 2018, aunque el calor seguramente nos acompañará en los próximos meses y al menos las playas seguirán acogiendo a quienes decidan darse un chapuzón, porque al fin y al cabo, Cuba es un eterno verano.