Por: José Rafael Gómez Reguera
Desde hoy al mediodía, el funcionamiento de la minifábrica artesanal de cerveza de Trinidad será mucho más visible, pues la etapa de construcción civil, montaje del equipamiento y primeras pruebas, comienza el período de puesta en marcha, con el aporte de sus producciones iniciales.
De acuerdo con trascendidos, desde este sábado se podrán degustar los tipos de cerveza que aportará esta pequeña industria artesanal, así como de malta, proceso este último considerado por los especialistas como mucho más fácil.
De igual manera, podrá apreciarse, al unísino, la labor ejecutada para preservar los valores patrimoniales de la otrora Cárcel Real de Trinidad, firme exponente de la arquitectura militar de la época colonial en la Tercera villa fundada en Cuba por los conquistadores españoles, una construcción iniciada en 1842, que ocupa toda una manzana, con un gran patio interior, rodeado de galerías, obra a cargo del maestro trinitario Antonio Vilaomar.
El centro se ubica frente a la plaza Santa Ana, con la cercanía de la antigua iglesia de igual nombre, funcionó como cárcel hasta el año 1915, en que fue suprimida. Con posterioridad, sufrió algunas modificaciones. Por muchos años estuvo abandonado, sirviendo de almacén, hasta su posterior rehabilitación por especialistas de la Oficina del Conservador de Trinidad y su Valle de los Ingenios, y la inclusión de restaurantes, cafeterías y tiendas.
En lo sucesivo, el Complejo turístico Santa Ana devendrá punto de encuentro de amigos y familiares porque a sus servicios anteriores, integra esta minifábrica de cerveza artesanal, la tercera de su tipo que se abre en Cuba, en medio de un ambiente elegante, gracias al quehacer conjunto del sector estatal, con fuerzas de EMPRESTUR y brigadas de mantenimiento de la propia Empresa Extrahotelera Palmares Sancti Spíritus, y trabajadores por cuenta propia.