
Los participantes en la misa, cuya identidad se desconoce, deberán portar cascos como medida de seguridad.
El rector adelantó que una parte de la plaza delantera podrá recibir próximamente al público, en una tienda de campaña en la cual los fieles podrán tener encuentros con prelados, rezar y poner flores.
‘Es importante para los católicos poder tener un lazo físico para ejercer su culto. Incluso aunque Notre Dame esté en reparaciones, permanecerá abierta. Eso hará un lazo entre los fieles y si catedral’, explicó.
El 15 de abril un incendio de grandes dimensiones asoló la famosa catedral, uno de los sitios más emblemáticos de Francia, y provocó serios daños como la caída de más de dos tercios del techo y el colapso de la aguja central.
Tras una amplia campaña de recolección de fondos, las acciones de reparación ya comenzaron pero deberán extenderse por varios años. (Agencia Prensa Latina)