El presidente de la Uneac, Luis Morlote, llamó a no cesar en su papel movilizador y como generadora de criterios que contribuyan a transformar la sociedad
El cierre del encuentro este jueves de la presidencia de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) ratificó el compromiso de la organización de continuar aportando a la espiritualidad y el bien de la nación antillana.
En la reunión en la sala Villena de la sede nacional de la entidad, en La Habana, se debatió sobre los desafíos que enfrenta en el difícil contexto que atraviesa el país.
Durante el intercambio, el presidente de la Uneac, Luis Morlote, llamó a no cesar en su papel movilizador y como generadora de criterios que contribuyan a transformar la sociedad.
El también realizador audiovisual llamó la atención sobre la importancia del décimo congreso de la organización, previsto para junio de 2024, teniendo en cuenta los retos actuales que impactan tanto a las instituciones como al movimiento artístico e intelectual.
«Hay que seguir buscando soluciones allí donde haya temas no resueltos, pero a partir de sus singularidades y características”, dijo, según el equipo de Comunicación de la Uneac.
En la jornada, se analizaron también acuerdos y planteamientos del anterior congreso vinculados a labor cultural comunitaria, el apoyo a la enseñanza artística, la formación de profesionales de radio, televisión, cine y teatro, así como el vínculo con las instituciones del turismo en el país.
Las nuevas formas de gestión económica se insertan cada vez más en todo el entramado nacional, incluso en el ámbito de la creación cultural, en general, por lo que fue otro de los temas sobre la mesa.
En tal sentido, la actriz y directora teatral Roxana Pineda, presidenta de la Uneac en la central provincia Villa Clara, instó a “no renunciar, en cualquier circunstancia, a construir, a aportar y a generar bienes espirituales a la sociedad”.
Por su parte, el escritor Abel Prieto, presidente de Casa de las Américas de Cuba, advirtió que en la actualidad es irremplazable el papel de los creadores para contribuir desde la cultura a salvar la nación y la patria que están en juego.
«En esa prosperidad a la que aspiramos, por la que lucha este país, el componente espiritual es central”, apuntó. (Agencia Prensa Latina).