Bolivia: Auditoría internacional por denuncia de fraude en comicios presidenciales

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La denuncia sobre una conspiración de grupos opositores contra el proceso de cambio, así como el rechazo al golpe de Estado promovido en Bolivia marcaron la semana que finaliza.

Luego de la victoria del presidente, Evo Morales, quien ganó los comicios del 20 de octubre con 47.08 por ciento de las boletas y una ventaja de más de 600 mil votos sobre su más cercano contendiente, Carlos Mesa, se sucedieron en el país una serie de hechos violentos.

Mesa, no conforme con los resultados y verse perdedor de los comicios, decidió desconocer la votación alegando un monumental fraude, por lo cual convocó a sus aliados a incendiar los tribunales municipales para borrar las pruebas.

Los grupos opositores cerraron calles, protagonizaron actos vandálicos e incitación al racismo por supuestas reivindicaciones políticas y sociales, lo que generó un clima de malestar en la sociedad boliviana.

Frente a esa escalada, el mandatario y otros altos cargos del Gobierno insistieron en el llamado a no caer en provocaciones para evitar las muertes que la oposición necesitaba en el propósito de culpar a las autoridades.

Fue cuando el pueblo de forma pacífica salió a defender al Movimiento Al Socialismo (MAS) y a su líder, con marchas por las diferentes calles bolivianas, las que contaron con representantes de movimientos sociales, sindicatos, indígenas originarios y campesinos.

Asimismo, realizaron una vigilia permanente en la céntrica plaza Murillo y la Casa Grande del Pueblo (sede del ejecutivo), en la ciudad de La Paz, en apoyo al presidente y al voto de las zonas rurales.

La alianza Comunidad Ciudadana (CC) no aceptó su derrota, primero pidieron una segunda vuelta sin esperar el cómputo oficial de votos, luego demandaron una auditoría internacional por sospechas de fraude, sin presentar pruebas, y ahora solicitan la anulación de las elecciones.

De manera reiterada, el presidente Morales denunció la marcha de un golpe de Estado e incluso indicó que funcionarios de la embajada de Estados Unidos en La Paz estaban involucrados en esta operación.

Ante la denuncia de un presunto fraude, el gobierno boliviano solicitó a la Organización de Estados Americanos (OEA), la realización de una auditoría al cómputo oficial de votos del proceso electoral, para aclarar dudas y determinar si el supuesto fraude existió o no.

El representante de CC y la coordinadora (para la Defensa de la Democracia) primero pedían segunda vuelta, ahora piden que Evo renuncie. Ya ni siquiera quieren auditoria, ya no quieren segunda vuelta, dicen que hay que anular las elecciones’.

Ante la disyuntiva de Mesa, que acepta y luego rechaza participar en la comprobación, el ministro de Comunicación, Manuel Canelas, mostró su interés de que el principal partido de la oposición participe de la auditoría internacional que se realiza en el país.

El jueves último comenzó la comprobación en el marco de un acuerdo entre el Estado Plurinacional y la OEA que permitirá revelar definitivamente la transparencia del proceso electoral del 20 de octubre y que, según explicó el canciller, Diego Pary, será vinculante.

Unos 30 expertos de diferentes instituciones internacionales e invitados de países vecinos como Paraguay, México y también España participan en la comprobación.

El líder indígena reiteró la disposición del Gobierno para la realización de la auditoría, porque ‘nunca hemos ganado con fraude’, lo que ‘no aceptan que nosotros gobernamos mejor que otros’.

Debido a la continuación de las movilizaciones opositoras que crean tensión en la población, Morales, reclamó una tregua, hasta concluir la auditoria, que expondrá sus conclusiones en al menos dos semanas. (Agencia Prensa Latina)