El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil determinó que la prisión solo puede ejecutarse tras agotarse todos los recursos legales, tesis que puede propiciar la libertad del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
El exdirigente obrero, quien permanece en prisión política desde el 7 de abril de 2018, fue condenado en primera instancia por el exjuez y ministro de Justicia, Sérgio Moro, y en segunda por el Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región (una corte de apelación).
Lula cumple una condena de ocho años y 10 meses de cárcel por supuestos delitos de corrupción pasiva y blanqueo de dinero.
Después de este fallo, el fundador del Partido de los Trabajadores podría salir de la cárcel y esperar en libertad los resultados de los recursos que presentó su defensa en el STF y el Tribunal Superior de Justicia.
Recientemente interrogado al respecto por el portal Brasil de Fato, el expresidente respondió que el Supremo decidirá si cumple o no la Constitución de Brasil.
‘Estoy muy tranquilo y sé lo que quiero. Sé lo que me hicieron y el intento de mantener viva la mentira’, dijo el exsindicalista.
Precisó que su ‘lucha no es para segunda o tercera instancia. Mi lucha es: Quiero que se juzguen los méritos de mi caso’.
Insistió en que ‘si encuentran un milímetro de pruebas del crimen que cometí, tengo que ser arrestado. Pero si no lo hacen, arresten a la persona que ordenó mi arresto y libérenme’, remarcó.
Al pronunciarse el máximo tribunal a favor de las garantías constitucionales, otros cuatro mil 895 presos, con derecho a apelar, pueden ser puestos en libertad. (Agencia Prensa Latina)