El cierre de filas del Partido Demócrata contra el senador Bernie Sanders propició la victoria al exvicepresidente de Estados Unidos Joe Biden en la gran cita electoral del supermartes, según reportes divulgados hoy en la prensa local.
Biden, que hace una semana estaba unánimemente considerado poco menos que un cadáver político, se impuso en la mayor parte de los estados gracias a la retirada de tres candidatos que competían por el mismo espacio político que él: Tom Steyer, Pete Buttigieg, y Amy Klobuchar.
Ganó en Virginia, donde superó incluso el margen que Hillary Clinton sacó a Sanders en 2016, y se llevó la mitad del voto.
Lo hizo en Massachusetts, un estado en el que nadie apostaba por él porque está situado junto a Vermont, territorio de Sanders, y, además, es el que representa en el Senado Elizabeth Warren, quien también está en campaña.
Asimismo, Biden se llevó cuatro estados del Sur – Arkansas, Carolina del Sur, Alabama, y Tennessee -, en buena medida gracias su popularidad entre la comunidad afroamericana que no olvida que él fue vicepresidente con el primer presidente negro de la historia estadounidense, Barack Obama.
Asimismo, ganó en Minnesota, posiblemente porque Amy Klobuchar, senadora de ese estado, pidió el voto por Biden al retirarse de la carrera el domingo; también lo ha hecho en Oklahoma.
La victoria de Biden ha sido lo suficientemente grande como para que el otro gran candidato del centro, el multimillonario Michael Bloomberg, se esté planteando anunciar su retirada de la carrera después de haber gastado en anuncios 559 millones de dólares de su propia fortuna para terminar en un distante tercer puesto.
‘Sanders no logró expandir su base de votantes en relación a la que tenía en 2016, cuando disputó las primarias a Hillary Clinton’, destacó el director de de Investigación de la macroencuesta Democracy Funds Voters Study Group, Robert Griffin.
Hasta ayer, lo único que estaba en duda era si Bernie Sanders iba a lograr mayoría absoluta de delegados en las primarias, con lo que la Convención Demócrata, que se celebra en julio, iba a ser, simplemente, una coronación de ese candidato.
Las posibilidades de una Convención en la que esté todo decidido antes de que ésta empiece se han reducido drásticamente, refirió Griffin.
Eso abre también la puerta a un enfrentamiento todavía mayor entre la derecha y el centro demócratas, en buena medida porque los seguidores de Sanders niegan legitimidad a los rivales del senado, a los que acusan de ser parte del ‘establishment’, no muy diferentes de sus enemigos republicanos, agregó.
Mientras Biden se impuso en el Sur y en Nueva Inglaterra, su oponente Sanders podrá tener oxigeno suficiente para seguir siendo un rival formidable luego de triunfar en su estado natal, Vermont, y en varios al Oeste del Mississippi: Colorado, Utah, y, sobre todo, el gran premio del día, California. (Agencia Prensa Latina)