
Por: William Rodríguez Turiño
Retomando la historia, a inicios de la década del 60 del siglo pasado, cuando bandas contrarrevolucionarias financiadas por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) asesinaban familias, jóvenes alfabetizadores, milicianos, e intentaban sembrar el terror para derrumbar la naciente Revolución cubana, se encontraron con un pueblo valiente capaz de cambiar sus instrumentos de trabajo por armas de fuego para desarticular los asalariados serviles del enemigo, en muy poco tiempo. CUBA ANTE LA COVID-19 (I) (II) (III)

En estos días de tensión y preocupaciones, sus pobladores, con rostros semicubiertos por nasobucos como arma fundamental para evitar que el actual enemigo invisible penetre en el lomerío trinitario, pero con mirada segura, llenas de optimismo y confianza, salen sin distinción de sexo, día a día a las diferentes actividades agrícolas y de prestación de los servicios sin límites de horarios ni sacrificios, en estos parajes de agradable temperatura donde solo se escucha el trinar de los pájaros y el olor de su hermosa vegetación.

En el Consejo Popular de Topes de Collantes se constató disciplina, organización, en un pueblo que como en aquella época y contra un enemigo diferente defienden estas montañas del azote feroz de la pandemia COVID-19 sin tener que lamentar hasta hoy pérdidas de vidas humanas.


