Las directivas del presidente estadounidense, Joe Biden, en política exterior rompen con los principales planteamientos de su antecesor, Donald Trump, en esa esfera, destacan expertos citados hoy por medios de prensa.
De hecho, el gobernante marcó una ruptura con la manera en que Trump enfrentaba los asuntos más difíciles de las relaciones con aliados y adversarios de Washington, destacan dos especialistas en temas de seguridad nacional, David E. Sanger y Eric Schmitt, en un artículo en The New York Times.
Biden dijo que pondría fin a la venta de armas y otro tipo de apoyo a Arabia Saudita, elementos que contribuyen a la participación de ese país árabe en la guerra en Yemen que llamó una ‘catástrofe humanitaria y estratégica’.
Durante su mandato, Trump rechazó de forma reiterada los llamamientos de algunos expertos de castigar a los saudíes por su papel en ese conflicto y su supuesta responsabilidad en el asesinato del periodista disidente de ese país Jamal Khashoggi.
Pero según Sanger y Schmitt, la orden de Biden fue más allá, y también terminó de proporcionar a los sauditas información de inteligencia y apoyo logístico, otro aspecto de la reversión del apoyo estadounidense a Riad que databa de la administración de Barack Obama (2009-2017), y que Biden y su secretario de estado recién nombrado, Antony Blinken, ayudaron a formular.
Pero el nuevo jefe de la Casa Blanca también dejó en claro que continuaría vendiendo armas defensivas a Arabia Saudita con el fin de protegerla contra los ataques de sus adversarios en la región.
En otra reversión de la política de la era Trump, Biden también anunció que estaba ‘deteniendo cualquier retirada de tropas de Alemania’, una iniciativa de su antecesor para redistribuir 12 mil efectivos militares estacionados en suelo germano.
Por su parte, el diario The Washington Post señala que Biden no mencionó cuál será su proyección sobre Afganistán, la decisión de política exterior más angustiosa que enfrenta: qué hacer con el conflicto en esa nación asiática, el de mayor duración para Estados Unidos.
El dilema afgano se planteó crudamente esta semana en un informe del general retirado Joseph F. Dunford, expresidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor de las fuerzas armadas estadounidenses, quien instó a Biden a abandonar la promesa de Trump de retirar los dos mil 500 soldados estadounidenses restantes el 1 de mayo, como pide el acuerdo de paz con los insurgentes.
El exgeneral instó al jefe de la Oficina Oval a concentrarse en lo que podría ser un esfuerzo prolongado con el fin de negociar las condiciones para ‘un estado afgano independiente, democrático y soberano’, un objetivo que eludieron Estados Unidos y sus aliados durante dos décadas, según el Post.
De hecho, en su intervención en el Departamento de Estado, Biden esbozó las principales proyecciones de su administración en materia de política exterior, aunque algunos expertos destacan el hecho de que, al menos en esta ocasión, estuvieron ausentes sus prioridades para la región latinoamericana y caribeña. (Agencia Prensa Latina).