Políticos demócratas se sienten frustrados hoy, a menos de dos semanas de promulgar una ley contra la violencia armada, debido al tiroteo masivo que dejó siete muertos en Illinois, una muestra de la necesidad de medidas más estrictas.
Miembros del partido gobernante insisten en adoptar regulaciones más severas contra las armas en Estados Unidos después de que un joven de 21 años abriera fuego contra el desfile del 4 de julio en la comunidad de Highland Park, cerca de Chicago.
La legislación histórica aprobada a fines de junio con el aparente objetivo de detener hechos de ese tipo no prohíbe la venta de rifles de asalto o cargadores de alta capacidad.
Tras la masacre ocurrida este lunes, legisladores demócratas exigieron a sus colegas republicanos un mejor control de los artefactos letales con prohibición de armas semiautomáticas o aumento de la edad para comprarlas.
Sin embargo, es poco probable que los republicanos estén dispuestos a volver a la mesa de negociaciones tan pronto después de aprobar las primeras reformas significativas sobre las armas en tres décadas.
Falta poco para las elecciones de mitad de mandato y el Partido Republicano necesita que su base conservadora asista a las urnas en noviembre y los ayude a lograr el control del Congreso, advirtió la cadena NBC News.
El líder republicano del Senado, Mitch McConnell, comentó que el tiroteo de Highland Park refleja que no es el uso de armas el problema, sino la salud mental de los jóvenes, pues el acusado de la matanza tiene apenas 21 años.
Los demócratas acordaron incluir millones en fondos para recursos de salud mental en su último paquete bipartidista, pero insisten en que el problema son las armas en un país donde en lo que va del mes de julio ya se registran al menos 14 tiroteos masivos.
La Ley de Armas Bipartidista fue un primer paso, pero el Congreso debe hacer más para detener esta epidemia mortal de violencia y salvar vidas, escribió en Twitter el senador del bando azul Ed Markey.
Escuelas, centros comerciales, oficinas, iglesias, mezquitas, sinagogas, discotecas, conciertos, tiendas, salas de cine, desfiles del 4 de julio… El lobby de las armas y sus títeres republicanos robaron a los estadounidenses la seguridad, tuiteó el representante Gerry Connolly.
El incidente de este lunes se suma a otros crímenes recientes de ese tipo, como el ocurrido en un supermercado de Buffalo (Nueva York) y en una escuela primaria de Uvalde (Texas).
Estadísticas de organismos especializados arrojan que en este país circulan 390 millones de armas de fuego en manos de civiles, lo que denota que, por mucho, existen más artefactos letales que habitantes. (Agencia Prensa Latina).