Laura Melo, representante del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en Cuba, reiteró en La Habana la necesidad de intensificar las acciones de cooperación entre los países para mitigar los efectos del cambio climático.
Al intervenir en la sede de la Asociación Cubana de Naciones Unidas (ACNU), en un conversatorio sobre el impacto de los fenómenos meteorológicos extremos en la seguridad alimentaria, Melo señaló que cada territorio cuenta con experiencias propias que pueden ser replicadas y tenidas en cuenta.
Aseveró que los programas de intercambio Sur-Sur establecidos permiten el financiamiento y el acceso a tecnologías de alerta temprana.
Recordó que una gran parte de la población vive en zonas vulnerables en las cuales los ecosistemas son muy frágiles ante la presencia de sequías severas o lluvias tormentosas y por lo tanto son más propensas a pasar hambre.
La funcionaria de la ONU destacó el trabajo mancomunado que existe entre varias instituciones cubanas, como la Defensa Civil, el Instituto de Recursos Hidráulicos (INRH), la agricultura, salud y otros organismos en la concreción de planes de reducción de riesgos para proteger a la población. Expertos consultados señalan que el cambio climático no solo aumenta la frecuencia y la intensidad de las inundaciones, sequías y otros desastres naturales sino que, además, dificulta el acceso a tierras fértiles y agua dulce y el incremento de la producción agrícola.
La víspera jornada representantes de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el INRH y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), expusieron sus estrategias.
(Tomado del Portal de la Radio Cubana)