
Los Tiburones del Sur, como su mascota representativa los anuncia, con dos juegos a su favor, dieron la “dentellada” que necesitaban para ganar su tercer juego consecutivo contra el equipo de pelota espirituano.
Por Joaquín Gómez Serra
El Tiburón se comió al Ganado. Con esa máxima la comisión de embullo, fieles seguidores del equipo de béisbol de Trinidad, llegó a los predios del estadio Victoria de Girón, para la discusión del primer lugar del play offs de la pelota en Sancti Spíritus. Y los Tiburones del Sur, como su mascota representativa los anuncia, con dos juegos a su favor, dieron la “dentellada” que necesitaban para ganar su tercer juego consecutivo.
Con un equipo renovado, casi en un 50 por ciento, que enseñó sobre el terreno una combinación de sangre joven, y peloteros con experiencia en campeonatos provinciales y Series Nacionales, la tropa del manager Osmani Rodríguez se llevó al estrado de trofeos del estadio Rolando Rodríguez, en la Villa Patrimonio de la Humanidad, su octavo título, cinco de ellos ganados bajo las riendas de su mando.
“Tras obtener en el último certamen provincial el tercer lugar, nos enfrentamos a la preparación de este equipo –comenta Osmani- con una mezcla de peloteros muy jóvenes, que incluye hasta juveniles, los cuales cumplieron su objetivo, nos rindieron, y supieron hacer un trabajo de conjunto con los de más experiencia.

“Esa mezcla de juventud y deseos se manifestó en cada partido, y en el juego decisivo, junto a mi entrenador de pitcheo Alexis Leiva, trazamos la estrategia de utilizar lanzadores nuevos, abrimos con Daniel Reyes, relevamos con un experimentado como Yanoski Duardo, llamamos al box al juvenil Miguel Arrechea, y cerró el juego el ganador Lázaro Brunet, pitcher con grandes rendimientos para la pelota trinitaria en finales”.
Eso demuestra que la sangre joven se abre camino a pasos agigantados en la pelota de Trinidad. Hoy, desde las filas juveniles de la preselección cubana, llegó como jugador regular a los Tiburones del Sur el prospecto Osdani Llorente, pelotero que en el partido semifinal conectó doblete impulsor de carreras, mientras en el decisivo en el Victoria de Girón mandó a “pasear” la esférica por encima de los jardines.
“El joven Osdani es todo un talento de Caracusey, viene en desarrollo desde la base, ya integró la preselección cubana al mundial, y para mí, sus condiciones naturales y su fuerza al bate lo van a llevar, en poco tiempo, a convertirse en el cuarto bate de los Gallos”, manifestó finalmente el manager trinitario Osmani Rodríguez.
Risueño, jocoso y convencido de que su municipio tendrá peloteros y equipo Tiburones del Sur para rato anda Miguel Ortega Naranjo, director del Sectorial municipal de deportes en el sureño municipio.
“Este resultado demuestra que hay que trabajar con la escalera, no se puede improvisar, el deporte lleva ciencia, pero lo importante es que hay que iniciar el desarrollo de estos peloteros desde la escalera del alto rendimiento, empezando desde la base.
“Tras ganar los dos primeros partidos en el Rolando Rodríguez, este equipo se llenó de confianza; les dijimos que tenían que venir al “Girón” a ganar, en el deporte si ya estás en ventaja no puedes dejar que el enemigo se te acerque, este título es un orgullo para el deporte de Trinidad”.
En el reconocimiento realizado por las autoridades del Gobierno, el Partido y el INDER del municipio al equipo de Trinidad, la comisión de embullo se hizo sentir, dirigida por Rolando Hernández, alias Pantera, el cual manifestó: “en las buenas y en las malas siempre hemos seguido a los Tiburones, por lo que nos sentimos parte de este triunfo”.

Se presentó Trinidad con una combinación de fuerzas entre establecidos y noveles, tal como refiere Osmany Rodríguez, el mánager que levantó su quinto título: “Tenemos un equipo base que siempre ha estado, como Yosmeli Salabarría, Dunieski Barroso, Alberto Rodríguez y Javier Martínez, pero se incorporaron muchachos nuevos como Osdani Lorente y Marcos Zúñiga. En el pitcheo contamos con un veterano como Lázaro Brunet, a quien le pusimos “el Brujo” porque en los juegos cruciales siempre nos ha dado el campeonato, como ahora que vino con bases llenas, el juego empatado y se sobrepuso. A pesar del 3-0, no fueron juegos fáciles, pero supimos remontar en el octavo o noveno, es parte de nuestra dinámica que, aunque estemos perdiendo, siempre salimos a ganar”.
Trinidad tuvo una bujía en el prometedor Osdani Lorente. El hijo de Caracusey, integrante de la más reciente preselección nacional juvenil, tras el batazo decisivo en el segundo juego matizó el triunfo con un jonronazo que, además de cortarles la respiración a sus rivales en las postrimerías del juego, lanzó una señal de poderío y de que en la base puede estar la mejor fábrica para esculpir peloteros.
Desde esa estructura parece explicarse la consistencia trinitaria en los podios de las últimas dos décadas. Así lo considera Miguel Ortega, el director municipal de Deportes, un hombre tan seguro de la victoria que trajo consigo hasta trofeos y diplomas: “Este resultado demuestra que hay que trabajar con la escalera, no se puede improvisar, el deporte lleva ciencia, pero lo importante es que hay que trabajar desde la base. Este equipo se llenó de confianza al ganar los dos primeros; les dijimos que tenían que venir a ganar, en el deporte si ya estás en ventaja no puedes dejar que el enemigo se te acerque, este título es un orgullo para los trinitarios”.
Claro que lo es, porque el público, que abarrotó su propio graderío y acalló con sus congas la del Victoria de Girón, es como un amuleto: “Siempre los acompañamos, somos parte de este triunfo”, sentencia Rolado Hernández, alias Pantera, al frente de la comisión de embullo.