Por: Ana Martha Panadés Rodríguez
El hotel Village Costasur, una de las tres instalaciones enclavadas en la península de Ancón en Trinidad, aprovecha este tiempo en el que la COVID-19 obligó a paralizar la operación turística para revisar cada detalle en las habitaciones y áreas de servicios con vistas a mejorar la calidad de este centro distinguido por un auténtico ambiente de familiaridad. CUBA ANTE LA COVID-19 (I) (II) (III) (IV) (V) (VI)
Yordanis Fernández Alonso, subdirector general, resalta la respuesta del colectivo, pues una parte de este integró la brigada Elpidio Sosa González conformada por trabajadores del Grupo Cubanacán S.A y que apoyó labores de higienización en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, (IPK) en la capital cubana; en tanto el resto ratificó la disposición se sumarse a cualquier tarea a las que se les convoque.
Así, el personal indispensable permaneció en la instalación turística encargado de realizar un profundo plan de reparación y mantenimiento que ha permitido, de acuerdo con Fernández Alonso, trabajar en detalles imposibles de solucionar en medio de la operación hotelera y recuperar dos de las tres habitaciones fuera de orden.
“Entre las labores sobresale la higienización profunda de las habitaciones, pintura de las áreas públicas, la recuperación del alumbrado exterior, además de la instalación de luminarias de emergencia en puntos clave del hotel, además del mantenimiento a los equipos tecnológicos con el propósito de que a la hora de su reapertura nuestro hotel esté como nuevo.”
Otra de las iniciativas del colectivo que merece ser reconocida es la creación de un pequeño organopónico en aras de abastecer la cocina de condimentos y algunas verduras con un doble propósito: contribuir a reducir gastos y a la vez proporcionar productos naturales y frescos al menú de los trabajadores y los huéspedes una vez reabierto el centro turístico.
A pocos metros de la playa María Aguilar , el Costasur constituye una de las instalaciones emblemáticas del sector turístico en Trinidad que añora la presencia de visitantes nacionales y extranjeros en sus calles empedradas y también en una de las franjas de playa más hermosas de la cosa sur de la isla.