La clase obrera y otros sectores humildes de la sociedad venezolana están en las calles para denunciar los planes de la oposición de privatizar logros de la Revolución Bolivariana como la nacionalización de las empresas y las múltiples viviendas construidas por los gobiernos del fallecido presidente Hugo Chávez y del actual primer mandatario Nicolás Maduro.
Desde su postura mayoritaria en la Asamblea Nacional la derecha venezolana busca sancionar leyes que, como la de Producción Nacional, significan un retroceso a la etapa neoliberal al incentivar la reprivatización de las empresas nacionalizadas.
Dirigentes sindicales advirtieron que de aprobarse esa legislación, las empresas básicas del país regresarían a manos privadas y la oligarquía cumpliría su objetivo de enriquecerse aún más a costa del sudor y el sacrificio del pueblo trabajador.
La oposición ha presentado y aprobado otras leyes que buscan mercantilizar las conquistas del pueblo. Ese es el caso también del millón de casas construidas por la Gran Misión Vivienda Venezuela, impulsada por Chávez y que en su momento la oligarquía llamara despectivamente como Misión Maqueta.
Esta iniciativa de la revolución, de gran impacto en la sociedad, busca solucionar de manera estructural el histórico déficit habitacional que padeció la población venezolana, particularmente los sectores sociales más desfavorecidos y vulnerables durante los gobiernos anteriores.
Lucrar con el derecho de los venezolanos a una vivienda digna es el objetivo de la derecha, que parece olvidar que sistemáticamente desacreditó esa iniciativa y siempre votó en la Asamblea Nacional contra los presupuestos para la Gran Misión, recuerdan los analistas.
Este programa social de la Revolución dio prioridad a las familias que fueron desplazadas hacia la periferia de Caracas, la capital, durante los gobiernos anteriores para vivir en condiciones de riesgo, ante la ausencia de políticas públicas que le permitieran optar por un hogar digno.
Con la ley que intenta la derecha sancionar en el órgano legislativo la banca podrá considerar la vivienda como un bien transable sin limitaciones, exigiéndola como garantía, y ofrecería préstamos aplicando tasas de interés altas y poniendo a la familia en riesgo de perder su estabilidad y seguridad porque en caso de incumplimiento el banco quitaría la vivienda, según han denunciado los diputados del partido de gobierno.
Ante todas esas artimañas de la oligarquía de retornar a un pasado oneroso y sin soberanía, el pueblo venezolano se ha declarado en movilización permanente para defender las conquistas de la Revolución Bolivariana.
(Tomado de Radio Habana Cuba)