Por: Mariolys González Calderón
En el corazón de Cuba existe una ciudad muy especial, llena de encantos y tradiciones: La Villa de la Santísima Trinidad. Fundada en siglo XVI por la Corona española, es una joya de la arquitectura colonial, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Una belleza cultural en permanente labor de conservación y restauración.
Viajar a Trinidad es transportarse al pasado, a las antiguas plantaciones azucareras que enriquecieron a toda la zona y que dieron lugar al surgimiento de casonas y palacetes que hoy forman parte del legado de la Cultura Cubana. En sus calles y plazas se respira tradición, historia y orgullo.
En pleno corazón de la Tercera Villa se emplaza el Iberostar Grand Hotel Trinidad, una maravilla arquitectónica perfectamente enmarcada en su entorno, donde la elegancia y el lujo de la firma The Grand Collection se mezclan con el estilo colonial y local.
Fiel a la tradición la instalación hotelera, es un establecimiento reservado solo para un público adulto, aunque en algunos casos, se admiten jóvenes. Solo así, el Iberostar Trinidad garantiza el placer y la tranquilidad de una atención constante y la agradable sensación de una merecida recompensa.
El establecimiento turístico, está pensado para aquellas personas que saben apreciar lo exclusivo y diferente; un abanico de servicios y sugerentes experiencias para disfrutar en parejas o con amigos. Todo un mundo de sensaciones lleno de magia.
La Ciudad Museo del Caribe, es un lugar donde se puede combinar perfectamente el trabajo y el palcer. El Iberostar Grand Hotel Trinidad dispone de un salón, en formato banquete o teatro, que además cuenta con equipos audiovisuales y con un grupo de profesionales que se encargan de que todo salga bien.
El elegante bar del hotel, de estilo colonial, es también un lugar idóneo para un descanso o también para pequeñas reuniones. En definitiva, un lujoso inmueble exquisitamente decorado para cualquier tipo de evento que además cuenta con un entorno de incomparable belleza.
Iberostar Grand Hotel Trinidad, espacios elegantes y acogedores donde disfrutar del más placentero final a un magnífico día lleno de intensas emociones.